A la deriva

Capítulo 39

Más de 10 días habían pasado desde aquel día en el que Lucero se fue de su casa.

Seguía evitando a Rodrigo a toda costa, incluso tuvo que pedir que le prohibieran la entrada a RoCosmetics, un día la siguió y supo que estaba quedándose en la casa de Anette, pero ahí también le prohibió la entrada.

Cuando fue a hablar con Leonardo, le dijo parte de lo que había pasado pero no toda la verdad, después de los múltiples cuestionamientos de su padre, le contó que ese día se había ido al trabajo y al salir se había ido al bar con unos compañeros de trabajo, que se le habían subido las copas y por seguridad se quedó a dormir en la casa de una compañera, toda una bola de mentiras. La infidelidad de su yerno seguía sin saberla, pues Lucero prefirió seguírsela ocultando, en primera porque no quería alterarlo y en segunda porque no sabía qué sentido iba a tomar su vida después de eso.

De Fernando no sabía nada ni quería saberlo, como era normal en la semana que había pasado, él no estaba en la Ciudad y lo que llevaba de esa semana seguía sin ir a RoCosmetics, Lucero consideraba que era lo mejor pues no sabía como iba a actuar en el momento que lo viera. Ella pensaba que para Fernando lo que había pasado era algo común y que no debía darle importancia, pero para ella era totalmente diferente, no había recibido siquiera un mensaje de su parte aunque no estaba interesada en que le escribiera, después de todo era algo que Fernando había querido desde que se conocieron y ella lo sabía.

-Buenos días.- Saludó sonriente a la mujer de la recepción de RoCosmetics. -¿Ya llegó Adriana?-

-No, aun no señorita Lucero.- Respondió Vero.

-Perfecto, gracias.- Sonrió y caminó a su oficina.

Desde lo que pasó con Fernando, no había sido capaz de ver a Adriana a la cara, se sentía una completa traidora, por suerte, sólo tuvo que esconderse de ella por dos días pues después Adriana había salido de viaje y aun no regresaba.

Lucero entró a su oficina y se enfocó en organizar e idear las fotografías que debían tomar para ciertos productos, debía avanzar con eso, ya que después de lo ocurrido con Fernando, no se sentía capaz de seguir trabajando para Adriana y pensaba renunciar.

En cuanto terminó, se dirigió al estudio para comenzar a trabajar con su equipo, como siempre las cosas fueron fluyendo muy bien pues Natalia y Alex le ayudaban a terminar de pulir sus ideas.

-Muy bien chicos, ya pueden irse a comer.- Dijo Lucero cuando por fin terminaron con lo que estaban haciendo.

-Gracias ¿no vas con nosotros?- Preguntó Alex mientras desconectaba unas luces.

-No, prefiero quedarme, me duele un poco la cabeza.- Respondió Lucero dejando la cámara en su lugar.

-Pues tal vez sea porque no has comido, deberías de venir.- Contestó Natalia.

-No, gracias pero no tengo mucho apetito, vayan ustedes.- Les guiñó un ojo al mismo tiempo que sonreía.

-Está bien ¿no quieres que te traigamos algo?- Preguntó Alex antes de que se salieran.

-Sólo una barrita energética de la maquina, por favor.- Les pidió mientras sacaba su cartera para darles dinero.