Capítulo 1

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Maquillaje sencillo, sus rizos al natural, sueter gris con pequeños botones dorados en las mangas, leggins de polipiel que marcaban muy bien sus largas piernas y tacones negros, era lo que había decidido usar Lucero Hogaza por la mañana despues de despedirse de su esposo hace un par de horas.

Cuando por fin tenía todo listo con sus cosas más importantes en su bolso salió de su habitación pero no sin antes ponerse un poco de su perfume favorito.

-Buen día señora- Saludó una mujer al ver a Lucero bajar las escaleras, era Mayra la señora que iba a ayudarlos cada tercer día entre semana en los deberes de la casa, era una mujer unos 20 años mayor que ella, llegó a trabajar con ellos desde que se casaron, al principio el esposo de Lucero la contrató para que fuera todos los días, después de unos meses quedaron en que iría menos días, pues cuando se salió de trabajar habló con su esposo y le dijo que tenía mucho tiempo para encargarse ella de algunas cosas de la casa pues no tenía casi nada que hacer en lo que él estaba en su oficina y eso le aburría.

-Hola May ¿Cómo estás?- Lucero le dió un beso en la mejilla y entró con ella a la cocina, la señora para ellos y en especial para Lucero no era una simple empleada, le habían tomado cariño despues de tantos años, pero la señora era muy respetuosa y les hablaba con sus respectivos señor y señora, a pesar de que ellos le decían que no era necesario.

-Muy bien, gracias hoy mi hijo me acompañó hasta aca y luego se fue- Saco un mandil de una de las muchas puertas blancas que había en la cocina y después se lo puso atando las tiras con un nudo detras de su cintura.

-Que bueno ¿Por qué no pasó?- Ella ya lo conocía en algunas ocasiones había acompañado a su madre cuando era más pequeño. Lucero platicaba con ella siempre que iba a su casa mientras le ayudaba con algunas cosas de la comida, regularmente Mayra era la que le platicaba más cosas de su vida, pues Lucero no tenía mucho que contar.

-Hoy mi Dani cumple 18 y lo primero que quería hacer era tramitar su identificación, quedamos en que después pasaría por mi y nos iríamos a la casa a comer- Contestó con una sonrisa en los labios.

Lucero casi se ahoga al escucharla mientras masticaba un trozo de la manzana verde que había tomado del frutero, antes de sentarse en una silla alta de la isla de la cocina.

-May se me olvidó por completo que hoy es su cumpleaños- Dijo cubriéndose la boca -Ve con él, me hubieras llamado y no venías a ayudarme hoy- Se sentía realmente apenada.

-No, cómo cree señora, hoy me toca lavar la ropa y hacerle la lista para el súper, además de la limpieza de la casa y la comida- Contestó -Además Dani quería ir solo y mi marido llegará de trabajar hasta la hora de la comida, mejor me quedo a trabajar normal- Completó saliendo del cuarto de lavado con una escoba y otras cosas que necesitaba.

-Ay pero sabes que no pasa nada por un día que no vengas, además sólo vivimos mi esposo y yo aquí, no es mucha la ropa ni lo que tienes que hacer- Lucero sólo la veía desfilar por la cocina y el cuarto de lavado de un lado para otro haciendo cosas.

-Ya sé, si limpio más por rutina que porque esté sucia la casa, pero aun así no me gusta faltar-

-Eres muy necia May- Le dijo mientras se levantaba a tirar los restos de su manzana en la basura orgánica. -Voy a salir, tengo cita a las 2:00 en el salón de belleza para hacerme mi tratamiendo en el cabello- Un poco del jugo de la fruta había escurrido en su mano así que fue a lavarselas al lava trastes.

A la derivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora