Fernando comenzó a abrir los ojos y de inmediato volteó a mirar al otro lado de la cama para confirmar que no había sido un sueño lo que había pasado. Sonrió al ver a Lucero acostada de lado dándole la espalda con su rubio cabello en ondas ya casi lisas extendido en la almohada gris de su cama.
Tratando de moverse despacio y de no hacer ruido para no despertarla, se fue acercando hasta ella hasta abrazarla por detrás, posando su mano sobre su vientre y sintiendo su espalda desnuda pegada a su pecho.
-Buenos días.- Dijo Lucero sin más.
-Creí que estabas dormida.- Se asustó Fernando.
-No, desperté hace un rato.- Respondió con su vista clavada en la ventana.
-¿Tuviste náuseas? No te escuché.- Peinó el cabello de Lucero para poder recostarse en la misma almohada que ella.
-No, por primera vez en mucho tiempo no me hicieron despertarme.- Lucero seguía en la misma posición, tapando parte de su cuerpo desnudo con la sabana que sostenía en su pecho y el otro de sus brazos debajo de la almohada.
-Supongo que eso es bueno.-Dijo acariciando su vientre.
-Mucho.- Lucero se escuchaba y se veía tranquila, pero seria.
-Por un momento tuve miedo de despertar solo, cómo la otra vez.- Susurró Fernando después de un largo silencio.
-Será mejor que ya me vaya.- Dijo Lucero intentando incorporarse.
-No, quédate un rato más, sí quieres puedo preparar algo de desayuno para los dos.- La detuvo Fernando impidiendo que se moviera.
-Fernando, no te ilusiones, nada de lo que pasó va a cambiar las cosas.- Suspiró derrotada.
-¿Me vas a decir que de nuevo sólo fue una noche cualquiera y ya?- Preguntó soltándola de a poco.
-Pues eso fue.- Respondió rápidamente.
-¿Hablas en serio?- Se enderezó para tratar de verla a la cara.
-Obvio, por Dios, te tomas todo muy en serio cuando ni siquiera considero que seamos amigos y mucho menos novios o que tengamos algún tipo de compromiso.- Se sentó también para poder verlo pero no sin antes sujetar bien la sabana gris para seguirse cubriendo.
-No sé qué signifique entonces yo en tu vida, pero para mí tú no eres una mujer de una noche.- Dijo poniéndose de pie en busca de su ropa aun sin importarle cubrirse. -Me molesta ser tan débil contigo, pero no el poder que tienes para controlar mis emociones.-
-Fernando…- Pronunció desde la cama cuando vio que terminaba de ponerse unos tenis que sacó del clóset.
-Te dejo para que te vistas y cierras cuando te vayas, por favor.-
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A la deriva
Fanfiction- Lucero Hogaza es una mujer de 32 años parece tener una vida tranquila, hija única, con un sólido matrimonio desde siete años atrás, tiene una licenciatura en artes pero no ejerce ya que trabajó un par de años y después sólo se dedicó a su hogar, s...