-Hija, reacciona.- Escuchaba decir a Leonardo mientras un olor fuerte se filtraba por su nariz.
-Parece que ya está despertando.- Escuchó decir a alguien más pero no sabía exactamente quien era.
-¿Qué?- Trató de levantarse mientras abría despacio los ojos dificultad.
-Quédate tranquila, te desmayaste.- La obligó a recostarse de nuevo.
-Mi vida.- Vio entre las sombras a Rodrigo acercarse, en ese momento recordó un poco de lo último que había pasado.
-Creo que será mejor que subas y descanses.- Comentó Leonardo.
-Claro, yo la llevó.- Rodrigo no esperó a que nadie dijera ni hiciera nada y la tomó en brazos. -Me dicen por donde por favor.-
-Pero…- Lucero trató de refutar pero parecía que nadie la escuchaba, trató de buscar con la mirada a Fernando y lo vio en un rincón de la sala cruzado de brazos con la misma seriedad que lo vio antes de desmayarse.
-Vamos, por acá.- Dijo Lolita caminando delante de ellos para indicarle el camino a la habitación en donde dormía Lucero.
-Gracias.- Agradeció Rodrigo cuando la ama de llaves y nana le ayudó a abrir la puerta.
-Voy a traerle un vaso de agua, ya vuelvo.- Les informó antes de bajar de nuevo.
-¿Cómo te sientes?- Preguntó Rodrigo sentándose al costado de ella en la cama.
-¿Por qué lo hiciste?- Se sentó para poder hablar mejor.
-Porque te amo, te lo dije, yo quiero seguir envejeciendo contigo.- Tomó sus manos y sacó de nuevo la cajita roja del anillo.
-Pero yo te pedí un tiempo, te dije que teníamos que hablar antes de cualquier cosa.- Quitó sus manos antes de que Rodrigo intentara ponerle el anillo en su dedo donde ni siquiera estaban su primer anillo de compromiso ni su argolla de matrimonio.
-Pues hablemos de una vez y ya dejémonos de cosas y volvamos a ser el matrimonio que éramos.- Le insistió.
-Tú no me engañaste…- Ya no tenía caso posponerlo.
-No, reina, ya te lo comprobé.- La tomó de nuevo de las manos.
-Pero yo a ti si.- Soltó sin más.
-¿Qué?- La cara de Rodrigo parecía que se había congelado.
-El día de lo de Jazmín del avión que creí que me habías engañado, por el coraje que sentía bebí con alguien, las cosas se fueron dando y terminé en la cama con otro hombre.- Ni siquiera tuvo el tiento para decirlo, pero ahí era donde había empezado todo y era lo más importante sin tomar en cuenta el embarazo.
ESTÁS LEYENDO
A la deriva
Fanfiction- Lucero Hogaza es una mujer de 32 años parece tener una vida tranquila, hija única, con un sólido matrimonio desde siete años atrás, tiene una licenciatura en artes pero no ejerce ya que trabajó un par de años y después sólo se dedicó a su hogar, s...