-¿Qué haces?- Preguntó Rodrigo cuando entró al estudio y vio que Lucero envolvía en un papel café y plástico todas las pinturas, fotografías y esculturas que tenía ahí.
-Empacando.- Se limitó a responder sin mirarlo.
-¿Empacando? ¿Para qué o por qué?- Preguntó visiblemente preocupado.
-Voy a vender todas mis obras.- Se encogió de hombros.
-¿En dónde?-
-El viernes pondré mi galería en el Centro Cultural.- Llevaba casi un mes organizando todo, pero nunca le comentó nada a Rodrigo e intentó que no se diera cuenta pues quería decirle casi hasta el mismo día.
-¿Qué? Es una broma.- Dijo tratando de reír.
-No Rodrigo, llevo casi un mes planeándola y ya está todo listo.-Contestó seria.
-¿Por qué nunca me dijiste? ¿Cómo no me di cuenta?-
-Tal vez porque no pones suficiente atención a lo que hago.- En realidad Lucero había intentado ser sumamente discreta pues salía y se organizaba mientras él trabajaba.
-Pues cuando estamos juntos nunca te vi haciendo nada de eso, sólo pintando.- Tenía poco más de mes y medio de que había regresado de Cancún y según él ya estaban bien, pues Lucero ya no se había portado indiferente pero al parecer ella no estaba bien del todo.
-Es a las 18:30 horas, por si quieres ir.- El coraje y resentimiento que Lucero sentía ya se le había pasado, pero quería que Rodrigo se confiara a que había olvidado lo de conseguir un trabajo.
Un día que platicaron de nuevo, él le regresó la tarjeta pero ella sólo la había ocupado para cosas de la casa pues lo que llegaba a gastar en sus cosas lo pagaba con su propio dinero.
-Claro que quiero ir, es algo importante para ti y yo quiero estar contigo, además me hubiera encantado ayudarte en todo el proceso.- La tomó de la mano para traerla hacia él.
-Estás muy ocupado con tu trabajo para todavía ayudarme a mis cosas, no quería que te presionaras o te sintieras con el compromiso de hacerlo.- Dijo encogiéndose de hombros.
-Debiste decirme, podría haberte ayudado en mis tiempos libres.- Acunó su rostro.
-Pues no lo hice.- Contestó. -Debo apurarme a guardar todo, quiero asegurarme de que todo quede bien protegido.-
-Bueno entonces déjame ayudarte con eso.- Se quitó su saco, la corbata y dobló sus mangas para comenzar a ayudarle.
Ambos se pusieron a envolver las obras de arte, aunque en realidad Rodrigo era solo un ayudante que le servía para cargar y pasarle lo que necesitara, pues Lucero era la que sabia como empacarlos a la perfección.
-Pues ya están todas.- Dijo Lucero emocionada, cuando terminaron de guardar la última pintura.
-Son muchas cosas ¿Ya sabes como las vas a llevar hasta el Centro cultural?- Eran poco más de 30 obras de arte entre pinturas, esculturas y fotografías, pero unas eran muy grandes.
-Si, mi papá traerá su camioneta, ahí meteremos las esculturas y todo lo que es más grande, lo demás en mi auto.- Leonardo la había ayudado durante todo el proceso y él le sugería cosas que podrían servirle, como el transporte de las obras.
-Si quieres puedes ocupar mi coche en lugar del tuyo, está más grande y cabrían mejor las cosas.-
-Lo tomaré en cuenta, tengo que llevarlas mañana en la noche, si no caben en el mío las llevamos en el tuyo.- Tenían que llevarlas un día antes porque el viernes temprano se dedicaría sólo a organizar el lugar del evento.
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A la deriva
Fanfiction- Lucero Hogaza es una mujer de 32 años parece tener una vida tranquila, hija única, con un sólido matrimonio desde siete años atrás, tiene una licenciatura en artes pero no ejerce ya que trabajó un par de años y después sólo se dedicó a su hogar, s...