-A este paso voy a terminar cómo una pelota.- Dijo Lucero mientras caminaba junto con Fernando hacia las escaleras eléctricas de la plaza después de haber ido a comer a Mc Donald’s, su lugar favorito del momento.
-Pero será por una buena causa y pasará en un par de meses.- Se rio Fernando.
-Por eso ya te dije que vendremos máximo una vez a la semana aquí porque tampoco digamos que es comida sana para el bebé.-
-En eso tienes toda la razón.- Confirmó.
Habían pasado apenas un par de días desde aquella platica en la habitación pero llevaban todos los días viéndose, a pesar de que iban empezando con su trato, las cosas iban fluyendo mucho mejor para ambos y Fernando era el más feliz porque no se había sentido rechazado en ningún momento, más que cuando la besaba en frente de más gente y ella se alejaba por temor a que alguien los conociera.
-Mañana no podremos vernos a la hora de la comida.- Comentó Lucero.
-¿Por?- Se puso detrás de ella para poder seguir avanzando entre la gente.
-Iré a ver un departamento que probablemente voy a rentar.-
-¿Y eso por qué?- Se interesó.
-¡Tía Lu!- Los interrumpió la niña de vestido amarillo que llegó corriendo a abrazar a Lucero por las piernas.
-¡Sofi!- Dijo Lucero algo nerviosa porque debido a que se detuvo de manera abrupta, Fernando quedó pegado a ella abrazándola. -¿Con quién vienes?-
-Con mi papi, está allá comprando mi ropa para ballet.- Respondió mientras Lucero la tomaba de la mano y se hacían hacia la orilla para no estorbar entre la gente. -Tú eres mi tío ¿verdad?-
-Si, Fernando, el primo de tu papá Javier.- Le sonrió tratando de mostrarse tranquilo.
-¿Y qué haces con mi tía Lucero?- Preguntó curiosa.
-Sofi, nosotros…- Quiso contestarle Lucero.
-Nosotros trabajamos juntos y como es nuestra hora del “lunch” salimos a comer.- Respondió tratando de darle una respuesta razonable y que no fuera por más preguntas.
-Mejor vamos con tu papi que debe de estar buscándote.- Cambio de tema Lucero y comenzó a caminar hacia donde la pequeña había señalado que estaba su papá.
-Sofía, me diste un susto de muerte.- Dijo Javier al salir apresurado de la tienda y toparse con ellos de frente.
-Es que vi a mi tía Lu pasar y corrí muy rápido para alcanzarla.- Contestó orgullosa de sí.
-Pues no debiste hacerlo, pudo haberte pasado algo o que una persona mala te robara.- Trató de reprenderla en ese momento para no pasarlo por alto. -Hola Lucero, Fernando, que bueno verlos.-
ESTÁS LEYENDO
A la deriva
Fanfiction- Lucero Hogaza es una mujer de 32 años parece tener una vida tranquila, hija única, con un sólido matrimonio desde siete años atrás, tiene una licenciatura en artes pero no ejerce ya que trabajó un par de años y después sólo se dedicó a su hogar, s...