Capítulo 12

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-Pasen, adelante tomen asiento- Les dijo Rodrigo a su clienta y su novio.

-Gracias ¿Y Lucero no va a venir?- Preguntó Adriana cuando ya estaban sentados.

-A la firma no, pero está en mi oficina haciendo una llamada, ya después va con nosotros.-

Era lunes y había llegado el momento de firmar el contrato, Lucero y Rodrigo habían decidido que se iría desde la mañana con él a la oficina, sin embargo, no quiso estar presente en la junta que tendrían para firmar el contrato pues sentía que su presencia era innecesaria, así que mientras ellos estaban en la sala de juntas Lucero haría su llamada semanal a su papá.

Después de casi una hora en la que revisaron las estipulaciones y los últimos detalles del proyecto que Rodrigo haría para Adriana por fin firmaron el documento.

-Bueno ya con esto listo podemos irnos a festejar.- Dijo Adriana emocionada pasándole su elegante bolígrafo.

-Por supuesto, espérenme un momento, voy por mi esposa, con permiso.- Anunció Rodrigo poniéndose de pie. -Jazmín llévate las carpetas por favor.- Ordenó a su secretaria.

-Si le avisaste a Sebastián que iríamos verdad- Le dijo Adriana a Fernando.

La terraza era un lugar que contaba con muchos clientes por lo que siempre había mucha gente, Adriana era algo especial y aunque le gustaba mucho salir de fiesta y los eventos, era muy exclusiva con la gente y los lugares a los que iba por lo que le pidió a Fernando que le pidiera a su amigo limitaran el acceso Al 30% del cupo aunque les cobrará mucho más.

-Si, sólo recibirá a las personas que ya tenían reservación para hoy.- Fernando se había salido con la suya para ver a Lucero y cuando le dijo a Sebastián, su amigo no tuvo ningún problema en hacer lo que le pedía Adriana, al final aun así ella pagaría por tener más privacidad.

-Que bueno, yo creo que Rodrigo y Lucero serán muy amigos nuestros aquí en la Ciudad de México.- Comentó Adriana acercándose para besar a su novio.

-Si yo creo que si.- ¿Será eso posible después de que lleve a Lucero a mi cama? Pensó Fernando mientras respondía al beso de su novia.

-Ahora los interrumpimos nosotros.- Dijo Rodrigo entrando con Lucero de la mano.

-Lucero que gusto verte.- La saludó con su característica efusividad la pelinegra.

-Hola, lo mismo digo.- Contestó Lucero saludándola también. -Hola Fernando.- Dijo por educación cuando se dio cuenta que seguía sentado atrás de su novia sin hablar.

-Ah hola Lucero disculpa.- Se levantó de la silla y se acercó para saludarla, cuando vio a Lucero entrar con un vestido color amarillo arriba de la rodilla que permitía ver su figura, unos tacones muy altos color beige que hacían ver aun más estilizadas sus largas piernas y su rubio cabello peinado en delicadas ondas, se quedó anonadado, no sabía porque esa mujer podía ponerlo así de un momento para otro.

-¿Nos vamos entonces?- Dijo Rodrigo.

-Vámonos ¿Ya conocen La Fontaine?- Preguntó Fernando saliendo de la sala de juntas con los demás.

-He escuchado hablar de ella pero nunca hemos ido.- Respondió Rodrigo. -¿Traen auto o en que vienen?

-Traemos un chófer que nos está transportando en la Ciudad ¿Por qué no se vienen con nosotros?- Sugirió Adriana.

-No gracias, mejor nosotros los seguimos en mi auto.-

Ambas parejas subieron al elevador, Lucero y Rodrigo bajaron hasta el sótano mientras que Adriana y Fernando bajaron en el lobby pues ahí los esperaba el chófer.

A la derivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora