A la deriva

Capítulo 17

-Ayer ya no me contaste bien que te dijo tu papá sobre que va a regresar a trabajar.- Comentó Rodrigo mientras esperaba a que Lucero terminara de alaciar su cabello.

-Pues me dijo que ya estaba muy aburrido en su casa, tiene energía de sobra y su amigo que se quedó con su puesto le sugirió que regresara al hospital.-

-¿Pero ya es seguro que ya no sufra algún infarto o algo así?- Cuando tuvo aquel accidente sufrió un paro cardíaco que lo había dejado algo débil, fue también por uno de los problemas aparte de su dificultad para moverse que se había retirado de su trabajo, pero ocho años después se sentía mucho mejor y capaz de trabajar de nuevo.

-Según su cardiólogo le dijo que ya estaba mucho mejor y solo no debía tener alteraciones, el último problema que tuvo con el corazón fue cuando se enteró que Julián me secuestró y desde ahí no ha vuelto a tener recaídas.- Se encogió de hombros. -De todos modos quede en acompañarlo a su cita cuando le entreguen los resultados de sus últimos estudios, depende de eso si puede regresar al hospital o no.-

-Duro mucho tiempo sin trabajar ¿Crees que pueda hacerlo de nuevo?-

-Por supuesto, aun no es un viejito, su movilidad la ha recuperado casi a un 100% y su corazón parece estar sano, puede que no entre de lleno a un quirófano y llevando la misma presión de trabajo que llevaba pero le ofrecieron entrar como encargado de los jóvenes que están empezando en la profesión.- Contestó mientras recogía todo lo que había utilizado para maquillarse y peinar su cabello.

-Me da gusto por él pero va a dejar a Rossy sola- Comentó, pensando en que la pareja de su suegro había dejado su trabajo para dedicarse a Leonardo totalmente.

-Me dijo que también le darán un puesto en el área de enfermería del hospital.- Tomó la corona que venia junto con el disfraz y con ayuda de unos pequeños broches la sujeto a su cabello para que no se le cayera.

-Te ves como toda una princesa.- Dijo Rodrigo acercándose a ella.

-Pues eso se supone debo parecer- Rio Lucero viéndolo a través del espejo. -¿Zapatillas rosas o lilas?-

-Tienes unas lila que se te verían muy bien con ese vestido.-

-Excelente opción.- Entró al clóset y encontró aquellas zapatillas que decía Rodrigo, se la puso y salió lista para que se fueran.

-Te ves increíble, me encantas.- Rodrigo en cuanto la vio salir, la abrazo.

-Tú también te ves increíble disfrazado de Flynn.- Rodrigo traía unos jeans color camello, una camisa blanca, el chaleco que había comprado, unas botas color café y un cinturón en la cintura del mismo color. -¿Nos vamos?-

-Vamos princesa.- Dijo antes de darle un beso.

-¿Ya no soy tu reina?- Preguntó Lucero haciendo un puchero.

-Si lo eres pero ahorita estás vestida de princesa.- Rio Rodrigo abriéndole la puerta para que salieran.

-¿Tania y Monserrat van con nosotros?- Preguntó recordando a su reciente personal de seguridad.

-No, le pedí a Zuñiga que los fines de semana que este yo, a ellas no las mande.- Respondió encogiéndose de hombros.

Subieron al BMW y se dirigieron a la casa de Emilia y Javier, era una casa grande pero menor en tamaño a comparación de la de ellos.
Cuando llegaron estacionaron el auto afuera y Rodrigo como todo un caballero ayudo a bajar a su esposa.

-Mi amor, yo saco el regalo y tú cierras el auto.- Le indicó abriendo una de las puertas traseras, era una caja muy grande pues mientras Lucero fue con su padre, Rodrigo fue a buscar el regalo y le compró una castillo gigante que incluía a todas las princesas de Disney, por lo que era imposible cargar con una mano.