-Hija, ¿Cómo estás?- Se acercó Leonardo a ella al verla abrir los ojos.
-¿Y mi hijo?- Balbuceó con voz ronca. -¿Cómo está?-
-Está perfecto, estaban esperando a que despertaras para traértelo.- Acarició su rubia cabellera. -¿Cómo te sientes?-
-Me duele un poco el cuello…- Respondió y fue hasta ese momento en que se dio cuenta de que traía un collarín. El resto del cuerpo no le dolía porque aun estaba bajo los efectos de la anestesia.
-Te lo inmovilizaron, afortunadamente sólo tuviste un esguince de primer grado en el cuello y lo traerás así por tres días sólo por precaución.- Le informó lo que le habían dicho a él sus colegas.
-Avísales que ya desperté, quiero ver a mi hijo.- Le pidió. Lo único que le importaba era su bebé, ni siquiera como estuviera ella misma.
-¿Cómo está la mama?.- Dijo una enfermera unos minutos después entrando con un cunero transparente a la habitación. -Ya traemos aquí al bebé.-
-Bien, gracias.- Respondió tranquila.
-Que bueno porque ya tiene que darle de comer al bebé.- Lo tomó la enfermera y se lo entregó cuando Leonardo la ayudó a sentarse para que lo cargara por primera vez. -Aquí traigo su biberón, sí usted prefiere darle leche materna estaría perfecto, pero si no puede o no quiere, ahí tiene la formula…-
-Entiendo, muchas gracias.- Había leído y se había informado al respecto, así que sabía más o menos sobre la lactancia.
-Bueno, los dejo solos y en un momento regreso.- Dijo la enfermera pasándole el biberón antes de salir.
-No sabes las ganas que tenía de tenerte en mis brazos.- Le habló bajito al bebé mientras le acariciaba el puente de su pequeña nariz.
-Tiene nariz de pellizquito como tú.- Sonrió Leonardo.
-Es hermoso.- Lucero veía a su hijo como la mejor obra de arte que hubiera visto en su vida, lo acariciaba y miraba embelesada como se movía despacio e intentaba abrir sus ojos. -¿Quién trajo esto?- Preguntó Lucero al poner atención por primera vez a la ropa que le habían puesto al bebé.
-Rossy, fue junto con la señora Gina a tu casa a buscar las cosas del bebé, no encontró su pañalera así que tomó lo primero que encontró.- Se encogió de hombros restándole importancia.
-Entiendo.- Aquella prenda que traía puesta su hijo era la misma que Fernando le había regalado hace tiempo y no sabía qué sentir al respecto.
FLASHBACK
-¿Qué es?- Preguntó Lucero recibiendo la caja color beige con moño blanco.
-Velo tú misma.- Sonrió Fernando. -Sólo te aviso que esta vez no es para ti.-
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A la deriva
Fanfiction- Lucero Hogaza es una mujer de 32 años parece tener una vida tranquila, hija única, con un sólido matrimonio desde siete años atrás, tiene una licenciatura en artes pero no ejerce ya que trabajó un par de años y después sólo se dedicó a su hogar, s...