Dos días después.
Lucero sentía un fuerte dolor de cabeza además de todo el cuerpo, pareciera que un camión le hubiera pasado por encima, sin tomar en cuenta la luz que lastimaba sus ojos.
-Parece que ya está despertando…- Le pareció escuchar.
De poco fue abriendo los ojos, sintió un dolor intenso en las sienes y quiso tocarse pero sentía que no podía mover sus brazos.
-Buenas tardes.- La saludó el hombre de bata blanca que la miraba atento. -¿Cómo se siente?- Preguntó cuando la vio más despierta.
-¿Qué?- Pronunció sin entender.
-Está en el hospital, llegó con herida en la ceja izquierda y un brazo fracturado, lleva dos días en terapia intensiva.- Le explicó.
-Me duele todo.- Susurró intentando moverse.
-No se mueva, la voy a revisar y le daré algo para el dolor.- Lucero aun no estaba totalmente despierta y torpemente respondía a lo que el médico le decía. -¿Cuál es su nombre?- Preguntó el médico.
-Lucero, Lucero Hogaza.- Respondió un poco más despierta.
-¿Edad?- El doctor necesitaba saber cómo estaba su memoria, así que unas preguntas básicas le darían aquella información.
-33.- Respondió segura de sí.
-¿Tienes hijos?- Toda esa información él ya la tenía, pero quería saber si ella le daba la misma.
-Si, se llama Leonardo y tiene tres meses.- Sacudió la cabeza al pensar en su hijo. -¿En donde está mi hijo?- Se preocupó.
-Tranquila, su hijo está bien.- La calmó. -¿Sabes lo que te pasó?-
-No lo recuerdo.- Dijo tratando de hacer memoria. -Sólo recuerdo que estaba preparando las maletas para irme de viaje con mi esposo y mi hijo.-
-Bien, tranquila, van a entrar a verla pero ahorita le pido a una enfermera que le dé algo para el dolor.- Dijo haciendo unas últimas anotaciones antes de salir.
-¿Y esto?- Se preguntó al escuchar unas cadenas y darse cuenta que tenía su mano izquierda esposada a la camilla.
-Señora Lucero Hogaza León.- Entró un hombre vestido completamente de negro con una placa colgando en su pecho. -Está usted detenida por los delitos de posesión y portacion de armas, además del delito de homicidio en grado de tentativa en contra del señor Rodrigo Álvarez.
-Pero…-
-Tiene derecho a guardar silencio y a un abogado, en caso de no tener uno particular, se pondrá a su disposición uno de oficio.- La interrumpió. -En la situación de salud que usted se encuentra, esperaremos a que el doctor lo indique para que sea trasladada a la delegación. Por ahora tiene derecho a una visita.-
-Quiero ver a mi papá.- Pidió de inmediato.
-El señor de encuentra afuera, pediré que pase pero lo hará con un custodio pues no puedo dejarlo a solas con él.- Le informó.
Lucero sentía que todo se le venía abajo porque no estaba entendiendo nada de lo que sucedía, lloraba inconsolablemente tratando de buscar respuesta a sus preguntas.
-Hija, hijita mía.- Corrió Leonardo acercándose a ella.
-Papá.- Pronunció sin poder abrazarlo, puesto que con una mano estaba esposada y la otra inmovilizada por la fractura.
-¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes?- Leonardo estaba igual o más preocupado que ella.
-Mal, no sé que está pasando, no entiendo nada.- Lloraba. -¿En donde está mi hijo?-
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A la deriva
Fanfiction- Lucero Hogaza es una mujer de 32 años parece tener una vida tranquila, hija única, con un sólido matrimonio desde siete años atrás, tiene una licenciatura en artes pero no ejerce ya que trabajó un par de años y después sólo se dedicó a su hogar, s...