-¿Embarazada?- Repitió Leonardo desde el marco de la puerta llamando de inmediato la atención de las dos féminas.
-Papá...- Fue lo único que pudo pronunciar Lucero, estaba estática.
-¡Voy a ser abuelo!- Gritó emocionado caminando hacia su hija para estrecharla entre sus brazos. -Pero a ver, déjame verte bien ¿Cuándo pensabas decírmelo?-
-No lo sé, pronto.- Respondió un poco nerviosa porque sentía que el interrogatorio estaba cerca.
-¿Cuántos meses tienes?- Puso ambas manos en su vientre a través de la sudadera gris que ya se había bajado.
-Tres meses, para ser exactos 13 semanas.- Contestó acomodando su cabello que había sido un poco despeinado por el abrazo de Leonardo.
-Dios, ¿escuchaste eso Sara? Nuestra hija nos va a dar un nieto.- Dijo Leonardo volteando su mirada hacia arriba sin poder evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas. -No sabes lo feliz que me haces con esa noticia.-
-Sabía que te ibas a poner muy contento, futuro abuelo.- Lucero tampoco pudo evitar llorar de la emoción.
-Hey, entonces ¿Por qué le dijiste a Rossy que no podía decirme nada?- La miró algo serio.
-Porque hay otras cosas que debo explicarte...- Agachó la mirada.
-Pues vamos a fuera y me platicas.- En ese momento sentía que nada podía opacar la felicidad que sentía.
-No, prefiero hacerlo después.- Aun faltaba hablar con Rodrigo y no sabia bien que iba a pasar. -Por lo mientras disfruta la noticia de que serás abuelo.-
-Bueno, yo me llevo esto.- Dijo Rossy que hasta ese momento sólo había permanecido ahí en silencio viendo el intercambio entre Leonardo y su hija.
-Rossy...- La llamó Lucero antes de que se fuera.
-Mande.- Se detuvo.
-Hace poco más de 10 años que eres la pareja de mi papá, hemos convivido muchísimo, has estado en todo momento para mí y sobre todo para mi papá.- La tomó de las manos.- Por eso quiero pedirte que seas como una abuela para mi hijo, sé que tú y yo nunca nos hemos visto como madre e hija, pero hay un cariño muy especial que nos une...-
-Ay Lucero, no sé qué decirte.- Contestó Rossy conmovida a punto de las lágrimas.
-Sólo dime que aceptas y ya.- Sonrió Lucero limpiando su mejilla con delicadeza.
-Pero su abuela es Sara y sabes que yo siempre la he respetado a pesar de que nunca la conocí.-
-Y así es, mi mamá es su abuela y ella lo cuidará desde donde quiera que esté, pero mi hijo necesita una abuela aquí en la tierra que lo mime y lo quiera tanto como mi papá y sólo tú eres la indicada para tomar ese lugar, pero entiendo sí no quieres o no te sientes cómoda con eso.- Respondió.
-Claro que quiero, sólo no me esperaba nada de esto.-Contestó de inmediato.
-Gracias, te quiero.- La abrazo y varias lágrimas escaparon de sus ojos de las dos.
-Y yo las amo.- Dijo Leonardo abrazando a ambas mujeres con una gran sonrisa en el rostro.
Después de tranquilizar un poco sus emociones y sus sentimientos que tenían a flor de piel, salieron al jardín para platicar sobre el embarazo y varias cosas más que ibas saliendo durante la conversación. Incluso por largo rato estuvieron jugando con Altanero lanzándome una rama de un árbol que se encontró por ahí.
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A la deriva
Fanfiction- Lucero Hogaza es una mujer de 32 años parece tener una vida tranquila, hija única, con un sólido matrimonio desde siete años atrás, tiene una licenciatura en artes pero no ejerce ya que trabajó un par de años y después sólo se dedicó a su hogar, s...