Capítulo 43

513 47 26
                                    

Un encuentro con Rodrigo para ponerse de acuerdo con la repartición de bienes, la cirugía de Gina a la cual había acompañado Lucero, recibir por parte de Fernando pequeños regalos cada que iba a Ro&Cosmetics y ramos de rosas blancas los días que no iba a la oficina en la casa de Anette quien ya se había regresado a California con sus padres.

Eso era lo más importante que había pasado a lo largo de dos meses.

-Alex ¿Adriana no ha mandando unos productos?- Le preguntó Lucero a su asistente.

-No ¿quieres que vaya a preguntar?- Se ofreció Alex.

-Así déjalo, pero en cuanto los traigan me avisas y si no estoy en la oficina me llamas, me urgen porque no puedo seguir trabajando.- Apagó la laptop a la que estaba conectada la cámara.

-No te preocupes, yo te aviso.-

-Bueno, me tengo que ir, me despides de Natalia.- Tomó su bolso, se despidió con un beso en la mejilla y salió de ahí.

Iba a dirigirse al elevador pero recordó que necesitaba unos papeles que tenía en su oficina, por lo que regresó por ellos.

-Justo a tiempo.- Escuchó decir a Fernando al mismo tiempo que la tomaba de la cintura detrás de ella.

-¿Justo a tiempo para qué?- Preguntó Lucero sin voltear a verlo pero continuando con su paso.

-Para darte tu respectivo regalo del día.- Respondió sonriente.

-En la mañana ya me mandaste un café y un panecillo.- Volteó a verlo arqueando su ceja izquierda.

-Bueno, eso sólo fue un detalle.- Se acercó para darle un beso en la comisura de los labios.

-Pues ya deberías de parar con tantos detalles y regalos.- Fue por el folder con los papeles que necesitaba.

-Adivina cual es tu regalo de hoy.- Dijo omitiendo su comentario.

-No tengo la menor idea.- Suspiró derrotada.

-Ay ya, adivina, ándale.- Le pidió metiendo la mano en su bolsillo.

-¿Un dulce?- Fue lo único que le llegó a la mente.

-No.- Rio. -Ten, espero te gusten.-

-¿Qué son?- Preguntó recibiendo una pequeña bolsa de tela blanca.

-Ábrelos.- Se encogió de hombros.

Sacó una cajita blanca aterciopelada y al abrirla había unos pendientes en forma de un lucero.

-Son preciosos.- Dijo Lucero sin poder evitar sonreír.

-Pero no tanto como tú, ni brillan la mitad de lo que brillas tú.- Acarició su mejilla izquierda.

-Gracias.- Alejó su rostro de su contacto. -Ya tengo que irme.-

-Quédate un rato más, te invito a comer.- Sí bien Lucero aun no confiaba mucho en él, obviamente tampoco tenían alguna amistad pero trataban de llevar la fiesta en paz, ella para dejar de hacer corajes y Fernando para tratar de ganársela.

-No puedo, Gina me está esperando.- Rechazó su invitación.

-¿Gina? Es la mamá de Rodrigo ¿no?- Entrecerró los ojos sin entender.

-Si, ella es.-

-¿Y qué tienes que hacer con la madre de tu futuro ex marido?- Fernando ya estaba enterado del divorcio de Lucero, incluso de que ya no compartían el mismo techo, pues una vez Fernando sin querer escuchó a Lucero hablando por teléfono con Rodrigo y ella le avisaba que iba a ir a la casa a recoger la mayoría de sus cosas que aun quedaban ahí, además de haber mencionado los tramites del divorcio, después de eso estuvo incitando a Lucero para que le contara hasta que la convenció.

A la derivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora