Capítulo 62

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Como los dos tenían poco conocimiento en la cocina, le pidieron a Mayra que fuera ese día a ayudarles a preparar la comida, ellos no hicieron mucho pero se ofrecieron a ayudarle con cosas sencillas que la mujer les decía.

-Deben de ser las personas de las mesas.- Dijo Rodrigo cuando escuchó el timbre.

-¿Mesas?- Preguntó Lucero confundida.

-Si, nuestro comedor no es lo suficientemente grande para que quepamos todos, así que renté un par de meses y sillas para hacerlo todo en el jardín, creí que ahí será más cómodo.- Respondió antes de salir a abrir.

-Creí que sería una comida sencilla…- Le comentó Lucero a Mayra.

-Yo también, ¿cree que la comida que preparamos sí alcance?- Se preocupó.

-Si, a lo mucho seremos 11 personas.- Dijo tomando en cuenta a Fernando y a Adriana si es que iban.

-Ay entonces si alcanza todo.- Sonrió más tranquila.

-Vente, vamos a ver que tanto pidió Rodrigo.-

Ambas fueron hasta la puerta y se encontraron a varias personas montando todo, al parecer sólo eran dos mesas lo suficientemente grandes para que cupiera todos y sus respectivas sillas.

-Pasen, pueden cambiarse en el baño.- Les indicó Rodrigo a un par de hombres.

-¿Y ellos?- Preguntó Lucero después de que Rodrigo los dirigió.

-Son meseros, May solita no iba a poder con todo.- Contestó mientras ponía atención a las demás personas.

-¿No crees que es mucho?- Torció los labios Lucero.

-No reina, sólo es para estar más cómodos y tranquilos sin preocuparnos por nada.- Volteó a verla y depositó un beso en su frente. -May ¿te importaría quedarte a supervisar que dejen todo listo? Para que Lucero y yo aprovechemos para alistarnos también.-

-Claro señor, no se preocupe, yo aquí me encargo.- Aceptó con su acostumbrada amabilidad.

-Vamos.- Subió con Lucero.

-Me voy a bañar rápido.- Dijo Lucero. Sí bien se había bañado en la mañana, sentía que tenía el olor de la cocina impregnado.

-Yo igual, pero en lo que tú te bañas aquí yo iré al de invitados… bueno, ahora del bebé.- Aclaró. Aunque se moría de ganas por hacerlo con Lucero, no lo haría hasta que ella se lo pidiera o sintiera que era el momento.

Así lo hicieron, ambos se bañaron y no tardaron mucho en hacerlo, cuando Lucero salió, había una bolsa de una marca de ropa costosa.

-¿Y esto?- Dijo casi para sí al verla.

-Quise comprarte algo bonito para hoy…- Susurró Rodrigo entrando a la habitación.

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