Como los dos tenían poco conocimiento en la cocina, le pidieron a Mayra que fuera ese día a ayudarles a preparar la comida, ellos no hicieron mucho pero se ofrecieron a ayudarle con cosas sencillas que la mujer les decía.
-Deben de ser las personas de las mesas.- Dijo Rodrigo cuando escuchó el timbre.
-¿Mesas?- Preguntó Lucero confundida.
-Si, nuestro comedor no es lo suficientemente grande para que quepamos todos, así que renté un par de meses y sillas para hacerlo todo en el jardín, creí que ahí será más cómodo.- Respondió antes de salir a abrir.
-Creí que sería una comida sencilla…- Le comentó Lucero a Mayra.
-Yo también, ¿cree que la comida que preparamos sí alcance?- Se preocupó.
-Si, a lo mucho seremos 11 personas.- Dijo tomando en cuenta a Fernando y a Adriana si es que iban.
-Ay entonces si alcanza todo.- Sonrió más tranquila.
-Vente, vamos a ver que tanto pidió Rodrigo.-
Ambas fueron hasta la puerta y se encontraron a varias personas montando todo, al parecer sólo eran dos mesas lo suficientemente grandes para que cupiera todos y sus respectivas sillas.
-Pasen, pueden cambiarse en el baño.- Les indicó Rodrigo a un par de hombres.
-¿Y ellos?- Preguntó Lucero después de que Rodrigo los dirigió.
-Son meseros, May solita no iba a poder con todo.- Contestó mientras ponía atención a las demás personas.
-¿No crees que es mucho?- Torció los labios Lucero.
-No reina, sólo es para estar más cómodos y tranquilos sin preocuparnos por nada.- Volteó a verla y depositó un beso en su frente. -May ¿te importaría quedarte a supervisar que dejen todo listo? Para que Lucero y yo aprovechemos para alistarnos también.-
-Claro señor, no se preocupe, yo aquí me encargo.- Aceptó con su acostumbrada amabilidad.
-Vamos.- Subió con Lucero.
-Me voy a bañar rápido.- Dijo Lucero. Sí bien se había bañado en la mañana, sentía que tenía el olor de la cocina impregnado.
-Yo igual, pero en lo que tú te bañas aquí yo iré al de invitados… bueno, ahora del bebé.- Aclaró. Aunque se moría de ganas por hacerlo con Lucero, no lo haría hasta que ella se lo pidiera o sintiera que era el momento.
Así lo hicieron, ambos se bañaron y no tardaron mucho en hacerlo, cuando Lucero salió, había una bolsa de una marca de ropa costosa.
-¿Y esto?- Dijo casi para sí al verla.
-Quise comprarte algo bonito para hoy…- Susurró Rodrigo entrando a la habitación.
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A la deriva
Fanfiction- Lucero Hogaza es una mujer de 32 años parece tener una vida tranquila, hija única, con un sólido matrimonio desde siete años atrás, tiene una licenciatura en artes pero no ejerce ya que trabajó un par de años y después sólo se dedicó a su hogar, s...