ULTIMO EXTRA

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Omnisciente

Izuku había pasado el resto del día en cama, Chiyo le recomendó descansar y calmar sus nervios, le servirá para sanar física y mentalmente.
Vaya que lo necesitaba.

No había visto a sus hijos en todo el día, no quería que lo vieran triste y vulnerable, menos responder esas inocentes pero tontas preguntas que hacen, no sabría que decirles.

Solo esperaba al siguiente día esperando lo mejor.
Antes de eso, había algo sumamente importante que hacer, tenía que hablar con Katsuki sobre la situación.

Estaba tan asustado que nomás de pensarlo sentía como si su cuerpo sacara vapor.

Las posibilidades de quedar embarazado de nuevo eran bajas y era mucho más importante de lo que parece.
Ya tiene tres hijos, si, pero Katsuki quería más, no cumplirle como omega le aterrorizaba.

¿Qué tal si Katsuki lo deja de amar?

¿Qué haría si lo rechaza por completo?

Pensaba que sería mejor no decirle nunca, pero tampoco puede soportar vivir en una mentira y no quiere mentirle a su alfa.

— Los niños ya se acostaron — entró el rubio a la habitación a la vez que se deshacía de su capa.

Izuku siempre llevaba a sus hijos a la cama, incluso se sentía triste por no hacerlo esa noche.

— Kacchan... — luchaba por no llorar de nuevo, el alfa solo con verlo a los ojos supo que algo no andaba bien.

Se acercó al omega que estaba sentado en la cama con esa afligida mirada, se puso de rodillas para estar un poco más a la altura del peliverde — Chiyo me dijo algo hoy... — suspiró.

— Mmh... — agarró la mano de Izuku con cuidado.
El omega estaba tan asustado, sus manos temblaban sobre las del alfa.

— Yo... — miró hacía abajo, su pecho subía y bajaba con cada respiración, estaba lleno de nervios — tal vez no pueda darte más hijos — su mandíbula temblaba.

Evitaba los rojos ojos de Katsuki — Yo... Lo siento de verdad — las lágrimas salieron nuevamente.

Dejó de temblar cuando sintió la mano de Katsuki en su mejilla.

Lo tocaba tan suavemente y con cuidado limpiaba las lagrimas, así Izuku se atrevió a verlo a los ojos.
Le daba una mirada cálida, no había enojo ni resentimiento.

— Eso es bueno — Izuku se confundió al escuchar eso — Aquí cuando un omega pierde la fertilidad, es como si la hubiera dado a sus crías — el omega medio sonrió.

Cada día que pasaba se daba cuenta que no se equivocó de alfa, que es el amor de su vida — todo está bien... —

— Gracias... — Katsuki besó su mano.

Jamás dejaría de amar a su omega, sin importar la situación, es su todo.

— Gracias a ti — lo miró a los ojos — me diste una familia y así como está es perfecta...

[Años después]

— Mamá — el omega entró sonrojado y agitado — Fuí con papá y no quiere salir, solo me gruñó, ni abrió la puerta —

Izuku suspiró poniendo la atención en su joven y reluciente hijo.
Iba bien vestido para la ocasión.

— Siempre lo mismo... — el peliverde vió a sus sirvientes con una linda sonrisa — pueden irse — en cuanto se fueron la sonrisa desapareció — en serio después de años Kacchan sigue con eso —

Salvaje [Katsudeku] (Omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora