Salvaje [Katsudeku] (Omegaverse)

T2C13

Omnisciente

— Kacchan, entiendo que estés molesto... — al rubio se le notaba el disgusto e intranquilidad a leguas.

Parecía estar nervioso todo el día.

Y no exageraba al sentirse de esa manera cuando se trata de cuidar a sus hijos.

— Cállate, Deku... — Izuku medio sonrió y le acarició la espalda, esa era su obligación.

No podía estar bien de lo contrario, quería darle paz a su alfa en todo momento.

Se prometió eso a si mismo, nunca dejaría de ser la cura de Katsuki, jamás dejaría de darle tanto amor como sea posible y siempre estará ahí para él.

— Ya verás que todo estará bien, solo es un poco de compañía para Iku — el alfa negó.

— Kai y Kaito... — suspiró — siento que me ocultan algo, no me gusta eso — temía que sus hijos lleguen a cometer los mismos errores que él.

Izuku entendió mejor lo que Katsuki sentía.

— Sabes — acarició su mano — está bien querer cuidar de ellos y preocuparse, pero... Tenemos que dejar que crezcan, que encuentren sus caminos — el alfa lo miró a los ojos.

Se veía pensativo pero tranquilo, Izuku le hacía sentir bien, era como verlo en aquellos años cuando conoció el amor gracias a él — Si queremos que confíen en nosotros tenemos que confiar en ellos también —

Katsuki acarició la mejilla de Izuku que le regaló una sonrisa.

— No quiero que sufran... — dijo en voz baja.

— Kacchan... — sabía que Katsuki sentía bastante dolor en ese momento.

Cada que recordaba su pasado y a quienes le engendraron su corazón dolía — tu eres mejor que ellos, nuestros bebés son grandiosos y tienen al mejor padre como ejemplo — le dió un corto beso — la historia no tiene porqué repetirse —

Katsuki parpadeo y una pequeña lágrima bajó por su mejilla — Recuerda que ya no hay odio — limpió esa lágrima — solo hay amor... —

Katsuki solo le abrazó con fuerza pero sin llegar a lastimarle, el alfa había mantenido silencio durante ese momento, solo escuchaba a Izuku.

Era la única forma en que podía sentir paz luego de recordar todo — Tranquilo, amor...

[...]

— Viejo, ¿Podemos salir? — pregunto Kaito a Katsuki que los miro raro.

Nunca le pedían permiso, simplemente se iban.
Quien si les regañaba era Izuku, para el omega jamás dejarían de ser sus bebés inocentes y les cuida como tal — Con Iku — ahí si le cambió la cara al mayor.

— ¿Por qué lo quieren llevar? — su primera reacción siempre es negarse.

— Ayer estaba llorando porque no podía salir — dijo Kai.
Eso era una mentira pero de alguna forma lo tenían que convencer.

— ¿Lloró? — para Katsuki ver a su hijo llorar era como torturarlo.

— Si... — Kaito miro mal a Kai por lo que dijo — por eso pensamos que podríamos llevarlo a un paseo, Iku, el chico nuevo — tenían que fingir no conocer bien a Dai, de por sí Katsuki ya estaba sospechando algunas cosas — y nosotros, así sirve de que lo conocemos también —