Salvaje [Katsudeku] (Omegaverse)

EXTRA VI

Omnisciente

— ¡Deku! — el peliverde ya tenía un buen rato ignorando por completo al alfa.

Estaba de más mencionar que Izuku estaba molesto — No me hagas enojar... — dijo Katsuki ya estando un poco harto de no recibir la atención.

— ¿Esa es tu solución? — Izuku lo miró a los ojos y esto hizo gruñir al alfa.

Katsuki tenía tantas ganas de solo ponerse a gritar y que se haga lo que él quiere.
Justo como antes.

Pero ahora no haría eso, no quiere que su omega le tenga miedo nunca más.

— Es su culpa... — bufó con ganas de hacer berrinche.

— Kacchan son niños — Izuku encontró a los gemelos unas horas antes de que llegase la noche.

Así que si, los niños estuvieron mucho tiempo encerrados, obviamente Izuku se preocupa — No tienes que ser tan duro con ellos —

Izuku no tuvo una linda infancia, lo último que quería era eso para sus hijos.
Claro, sabe que no se compara nada a lo que él vivió.

Aún así no puede evitar preocuparse tanto.

— Ni les hice daño — Katsuki no sabe cómo tratar con niños, así que solo intentaba criar a los gemelos de la misma manera en la que él fue criado.

— No se trata de eso — el alfa solo suspiró y se dió la vuelta empezando a caminar hacia la puerta — Kacchan — le llamó — ¿A dónde vas? —

— Estás enojado... — le miró — vas a dormir mejor sin mi — a Izuku se le fué el enojo y sintió su corazón ser presionado.

— ¿No dormirás conmigo? — la voz del omega salió baja.
Katsuki se quedó pensativo.

Estaba confundido, no sabía que hacer, si dejar a Izuku solo para no molestarlo, o acompañarlo para no ponerlo triste.

Gruñó e hizo puños sus manos antes de caminar hacia Izuku y envolverlo en un fuerte abrazo.

— Pero es culpa de ellos... — Izuku recibió el abrazo y pellizco su brazo.

— Mejor cállate...

[...]

Los niños por igual se preparaban para dormir ya, la noche ya había caído.

Dormían juntos en una misma habitación, al menos así será mientras sean niños, en la gran habitación había tres camas para cada uno, la del menor quedaba en medio.

Ya que si ponían juntos a los gemelos pasarían toda la noche peleando.

— ¿Le decimos ya? — Kai trepó a la cama de su gemelo mientras susurraba para no levantar sospechas.

— No podemos solo decirle... Ya sé que hacer — se quedó viendo a Iku que estaba ya sentado en su cama listo para dormir.

Ya tenía puesta su comoda ropa de dormir y había ordenado todos sus muñecos en la cama.

Porque si, tenía varios muñecos de peluche, trapo, madera y paja, la mayoría de estos hechos por Katsuki.
Iku dormía con todos estos en cama.

— Que aburrido... — dijo con voz alta uno de los gemelos.
Así comenzaba su plan.

— ¿Recuerdas el lago del bosque? Ahí era muy divertido — continuo Kaito.

Iku que ya tenía la cabeza sobre la almohada volteó a verlos disimuladamente.