Salvaje [Katsudeku] (Omegaverse)

14.- "Abstinencia"

Omnisciente

— ¡Deku, no! — gruñó regañando al omega que finalmente había despertado.

Al menos estaba más calmado que antes, pero su urgencia por el alfa seguía.

— ¡N-no me quieres! — chilló triste.
Katsuki se domaba a si mismo para no caer en las provocaciones del omega.

— ¡Cállate! — gruñó fuerte, esta vez sí le sacó un susto al menor, sacándole pequeños gemidos con miedo — No llores... — bufó enojado consigo mismo.

Con sus grandes y ásperas manos acarició la carita de Izuku, limpiando sus lágrimas y su frente.

— N-no... — gimió cuando el alfa alejó sus manos — ¡Ven! — le agarró el antebrazo pero su fuerza no se compraba con la de Bakugo, por más que jalaba ni le movía un poco.

— Espera — quitó la mano del omega — Tienes que comer... — levantó del piso un pedazo de carne sobre un plato.

El plato era muy pequeño para el grande trozo de carne que sobresalía de más.

Si por Katsuki fuera ni siquiera llevaría plato, pero sabe que Izuku no es como él.

Hasta había "cocinado" la carne con tal de que fuese de gusto para el omega.
No le salió muy bien del todo, algunas partes estaban quemadas mientras otras algo crudas, pero la intención es la que cuenta.

— N-no... Yo quiero a mi alfa — lo que menos le importaba es la comida en ese momento — Te quiero a ti... — hizo un puchero empujando el plato.

— ¡No! — agarró la carne con sus manos — ¡Vas a comer! — Izuku hizo un gesto de enojo bastante tierno — Ten — arrancó un pedazo y lo metió en la boca del peliverde que con tal de no hacer enojar al alfa, masticó.

Izuku disimuladamente acercó su mano al pantalón, apenas tocó el borde de este y se ganó un golpe en la misma mano.

— Quiero tus c-cachorros... — la forma en que Katsuki estaba siendo tentado le estaba haciendo casi imposible negarse.

Quería ser un buen alfa y darle a su omega lo que le pide, teniéndolo ahí desnudo y rogándole por esa atención le estaba volviendo loco.

— ¡No! — el omega cerró los ojos ante el grito — Primero come esto — al parecer esa era la única manera de conseguir que Izuku coma.

Y como Katsuki lo planeó, funcionó; en menos de diez minutos Izuku ya había devorado todo el trozo de carne a mordidas desesperadas.

— ¡Ya! — soltó un pequeño eructo ya con el estómago lleno, tanto que hasta su barriga se hinchó.

— Deku... — lentamente se trepó en la cama, empujando al omega a esta, dejándolo acostado y a su disposición.

Izuku sonrió, creyendo que el alfa al fin le daría lo que tanto pide — No puedo hacerlo — la sonrisa se le fué, convirtió esta en un puchero — No todavía... — pegó su frente con la del omega.

— Por favor... — sus ojos se llenaron de lágrimas y en ese mismo momento Bakugo se sintió un poco hombre.

No poder complacer a su omega le hacía sentir inútil.

Con tal de no ver al chico llorar, lo abrazó con fuerza, lamiendo las lágrimas que resbalaban.

Katsuki nunca lo decía, pero está vez era necesario.

— Perdón...

[...]

— ¡S-solo serán u-unos minutos! — Uraraka levantó sus manos en dirección al rubio — ¡Lo p-prometo! —