Salvaje [Katsudeku] (Omegaverse)

T2C17

Omnisciente

Apenas empezó a atardecer y los jóvenes ya iban de regreso, aparte de que no querían quedarse hasta tarde, tenían que comportarse bien y no desobedecer si querían tener más permisos.

Especialmente Iku que era el que más limitado estaba en este sentido.

Pero bueno, los mayores tenían otros planes.
Sus hijos estaban en casa y ellos aún no regresaban.

— ¿Dónde estarán? — preguntó Iku algo confundido, Katsuki e Izuku  siempre estaban en casa y casi no salían durante la noche.

De hecho, ambos dormían bastante temprano, para esa hora de la tarde era para que estuvieran en casa ya.

— De seguro están haciendo sus cosas carnales por ahí — levantó una ceja mientras reía.

— ¡No digan eso! — golpeó el brazo de su hermano, no quería ni imaginarse a sus padres teniendo sexo.

Y bueno, no es como que pueda imaginar mucho, realmente no sabe exactamente como sucede.

Cuando los gemelos le contaron como sucedía lo explicaron de una forma tan sucia y vulgar que hasta un poco de miedo le dió.

— ¿Cómo la pásaste con Ryuu? — preguntó Kai con una media sonrisa.

— ¿Eh? — el menor se sonrojó — B-bien... — miró a otro lado con pena.

Después de mucho tiempo habia tenido interacción con Ryuu, finalmente intercambiaron más de dos simples palabras y mantuvieron una linda conversación.

Se sentía bien y a la vez mal, no le gustaba mucho la idea de desobedecer a su padre y sabe que si se entera pues no sería muy lindo.

— Pues estás muy rojo como para solo decir "bien" — continúo Kaito con una risa burlona — ¿Te sigue gustando ese tonto? —

— ¡¿Qué?! — frunció el ceño — nunca m-me gustó, solo es mi amigo — lo nervioso se le notaba de lejos.

— Cuando éramos niños llorabas por jugar con él, claro que te gusta — Iku estaba a punto de estallar de pura pena.

Claro que recuerda todo eso y le da vergüenza.

— ¡Cállense! — ordenó — dejen de hablar de eso o papá me matará a mi y luego a ustedes — eso sí ni uno de los tres lo dudaba, Katsuki se pondría mal si se entera de lo que están haciendo.

No es nada malo, pero bueno Katsuki no entendía razones — Mejor ayúdenme a hacer la cena antes de que papás lleguen...

En el bosque Katsuki e Izuku estaban cómodamente acostados sobre la capa del rubio.

Cada vez se ponía más oscuro y las estrellas brillaban más en el manto nocturno, ambos miraban esto con tranquilidad.

— ¿Alguna vez has pensando que hay allá arriba? — el alfa levantó los hombros cuando escuchó la pregunta.

— La bruja dice que venimos de allá arriba... — entrecerró los ojos — dice que somos polvo de estrellas, yo creo que está loca — Izuku rió bajito.