Salvaje [Katsudeku] (Omegaverse)

T2 C2

Omnisciente

(Actualidad)

Ahí estaba Iku pensativo y un poco avergonzado ayudando a Izuku con la comida.

El omega creció con el gran gusto de la cocina, ver a Izuku cocinar desde siempre le llamo la atención.

Aparte de que soñaba en algún día ser como Izuku, encontrar amor, tener una linda familia y vivir felíz.

Esta vez su mente estaba concentrada en una pequeña duda que ya lo tenía pensando por días.

— Eh... — tenía las mejillas rojas y todavía ni preguntaba — mamá — llamó en voz baja pero si fue escuchado.

— Dime — Izuku estaba en lo suyo.

— Mmh... — jugaba con sus dorados rizos para distraerse un poco y no estar tan nervioso — Tú... Eh — rió bajito — Cómo se siente o... Cómo hacen ya sabes — mordió su labio inferior — eso para que se embaracen los omegas — a Izuku se le quitó la sonrisa y se avergonzó un poco por igual.

Iku realmente estaba dudoso y curioso de todo eso, ya veía a varios omegas del pueblo con su misma edad estando embarazados o casi casándose.

Y él ni siquiera sabía como funcionaba todo eso.

Era culpa de sus padres, lo sobreprotegen tanto que Iku aún es bastante ingenuo e inocente.

Es responsable y cuidadoso, aún así no sabe mucho de la vida, no tiene amigos y no tiene a nadie a quien preguntarle ese tipo de cosas.

Igualmente culpa de sus padres.

En los ojos del pueblo, Iku es el más grande tesoro del reino, por lo cual la gente intenta ser lo más respetuosa con él.

Lo tratan con tanto cuidado que al omega les es difícil convivir.

Aparte sabían que aquél que al menos cause un pequeño raspón en Iku, iría directo a la muerte a manos de el rey Katsuki.

Esto convierte a Iku en una persona tan inexperta e inocente en muchas cosas.

Vaya, apenas hace unos años creía que podía embarazarse con un beso.

Eso es culpa de Katsuki.

(Años atrás[cuando Iku tenía 10 añitos UwU])

Katsuki estaba atento al pequeño Iku que iba de un lado a otro jugando.

Esta vez le tocó a él cuidarlo.

Katsuki sentado sobre una roca mientras Iku hacía pequeñas montañas de tierra y plantas para simular figuras.

Aunque el pequeño apenas se podía mover, traía arrastrando sobre sus hombros una capa de Katsuki.

Iku creía que su padre se veía genial con las capas, así que Katsuki le prestó una.

Obviamente no le importaba que la capa se llene de tierra o se rompa, por su Iku haría lo que sea.

— ¡Listo! — gritó el pequeño una vez había acomodado todo.

Sacó sus muñecos y los sentó en en filas, tenía alrededor adornado con plantas y flores.

— ¿Que es? — pregunto el mayor sin entender que era lo que Iku intentaba.

— Es mi boda, papi — Katsuki levantó una ceja — Dónde con un beso de amor me voy a casar con alguien — habló sonriente.