Salvaje [Katsudeku] (Omegaverse)

T2C15

Omnisciente

Aun que a Katsuki le haya parecido una tonta idea, siguió lo que Izuku le dijo con tal de tenerlo feliz y no hacerle sentir mal o enojarlo.

Iba Izuku cargando con una canasta llena de comida junto a Katsuki que intentaba no ser sospechoso.

Llevaban solo lo indispensable para esa salida, Izuku tuvo que regañar a Katsuki que quería llevar armas "por si acaso".

Ambos usando un tipo de tunicas que les cubrían por completo para así poder pasar por todo el pueblo sin ser reconocidos.

Querían un rato a solas y podría sonar mal pero eso incluía a sus hijos, aprovechaban que ellos salieron para hacer lo mismo.

Luego de una no tan larga caminata llegaron a una zona por el bosque donde la tranquilidad podía incluso respirarse.

Podrían solo sentarse viendo a la nada y sería cómodo, reconfortante.

El omega tendió una manta sobre el pasto para dejar la canasta sobre la misma, llevaba comida y postres, pensaban pasar un buen rato ahí.

— ¡Ven, Kacchan! — Izuku se quitó esa capucha respirando cómodamente con una sonrisa que parecía brillar.

Katsuki jamás dejaría de enamorarse de Izuku, esa su todo.
El tiempo podía pasar, las estaciones cambiar, el mundo entero podría ser diferente.

Pero entre ellos nada cambiaba, su amor no se iba, su historia avanzaba en algo que parecía no tener fin.

Katsuki se sentía invencible junto a Izuku, no había ni la más mínima duda de que se amaban por las razones correctas — ¿En qué piensas? —

El alfa estaba en silencio sentado frente a el omega.

— Nada — negó rápido, aún le apenaba ser romántico — Te amo... — se atrevió a decir en voz baja y con la cabeza agachada.

— ¿Aún lo haces? — medio sonrió a Katsuki que lo miró directo a los ojos — Sabes... Llegué a ver cómo personas que se amaban mucho dejaban de hacerlo poco a poco — levantó los hombros — ¿No es extraño? —

— ¿Q-qué? — si Izuku le dejaba de amar no sabe que haría.

Literalmente no sabe que haría con su propia vida.

— A nosotros no nos pasa eso — rió — Cada día que despierto, ni siquiera me preguntó que haré durante el día, solo pienso que estoy feliz porque sé que estarás ahí — los años podían pasar e Izuku seguiría siendo un alma joven y llena de cariño — Y aún que no lo digas, sé qué piensas lo mismo — le dió un toque en la nariz — Puede que no nos hayamos conocido de la mejor manera, pero te amo más —

Katsuki rió bajito.

— ¿No lo olvidarás cierto? — cada que llegaban a tener pequeñas y tontas discusiones Izuku no tardaba en escudarse con eso.

"Pero tú me robaste, así que es tu culpa"

"Tu me tomaste, tienes que aguantarme"

Eran casi como niños peleando.

— ¿Qué? — rió — ¿Acaso dirás qué no fue extraño? — ahora Izuku se atrevía a bromear con eso — De la nada estaba en tu cama, desnudo y lo primero que hiciste fue gritarme — Katsuki gruñó.