55. Las investigaciones de Jorge

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Llamó a la puerta de Luzu y esperó pacientemente a que le abriera, segundos después la puerta de abrió sola descubriendo el hogar de Luzu que aún seguía siendo igual de tétrico como lo recordaba. En cuanto ingresó a la casa, la puerta trasera de cerro inmediatamente a sus espaldas haciendo que pegara un brinco. Caminó por el camino de piedra que llevaba hasta la entrada pero un ruido de golpes le llamó la atención, con el ceño fruncido de volteó para mirar más allá del huerto de Luzu donde vio a un par de esqueletos jugando a arrojarse un brazo, los esqueletos de detuvieron en cuanto le vieron, alzó la mano y les saludó con confusión, los esqueletos le devolvieron el gesto y el que tenía el brazo en la mano lo sacudió por sobre su cabeza para luego volver a lanzárselo a su compañero.

Terminó de recorrer el camino y, en cuanto llegó al umbral de la casa de Luzu, la puerta de abrió abruptamente dejando ver al dueño de la casa parado frente a él con sus típicas ropas negras y con el flequillo sobre los ojos, en cuanto sus ojos se pusieron sobre los de Auron una amplia sonrisa de formó en este y lo sujetó de la playera para arrastrarlo al interior de la casa antes de que pudiera si quiera reaccionar.

— No vas a creer lo que descubrí —, habla Luzu con más emoción de la que jamás había mostrado, se volteó para ver a Auron por sobre su hombro mientras lo arrastraba por toda su casa —. Se que nuestras probabilidades son ínfimas ahora que somos menos de nosotros pero si conseguimos a Circon tendremos una clara ventaja sobre Ara... el demonio.

— ¿De qué hablas? —, inquiere Auron con confusión, Luzu se detuvo lentamente para voltearse con los ojos y los labios muy apretados como si supiera que hubiera dicho algo que no debía —. Solo perdimos a Mangel.

— Mierda, es cierto... —, suspira Luzu, se pellizcó el puente de la nariz y exhaló pesadamente —. Bueno, luego de que tú... o eso... después de que terminara la pelea... básicamente... bueno, uhm... supongo que todos decidimos tomar caminos separados.

— ¿Cómo? —, inquiere con extrañeza, Luzu volvió a suspirar y apoyó una mano en su hombro —. Estás diciendo...

— Sí —, asiente precipitadamente —. Volvemos a los dos bandos, no estoy muy seguro quién está de nuestro lado pero te aseguro que Willy, Alexby y Rubius no quieren tener nada que ver con nosotros.

No comentó nada porque tampoco tenía mucho más que agregar, era algo que había asumido que pasaría en cuanto perdió el control, al menos no contaba con Rubius después de lo que lo hice. Una cuestionante apareció en su cabeza, ¿por qué Vegetta no se lo había comentado antes? Supuso que sabía que se lo tomaría mal y no quería arruinarle el día o porque aquello terminaría de arruinar su plan de escaparse de Karmaland con él. Ahora que lo pensaba, debió haberse ido con Vegetta en cuanto se lo ofreció, ahora que se había separado no tenían ninguna posibilidad más que aceptar que morirían bajo las manos de Araxiel.

— ¿Qué descubriste? —, preguntó Auron cambiando de tema, no era momento para replantearse lo que estaba haciendo, había prometido a los Dioses hacer lo posible en sus manos y eso es lo que haría aunque fracasara en el intento.

Luzu lo miró por unos segundos como si le estuviera analizando para saber que estaba pensando y, aunque Auron asumió que Luz estaba completamente consciente de lo que pasaba por su cabeza, le hizo el favor de responder a su pregunta.

— Básicamente encontré los escritos de mi padre, todos sus diarios de investigación y mapas que hice cuando buscaba las piedras, específicamente de Circon —, comienza a explicar Luzu volviendo a arrastrar a Auron en dirección a la sala trasera de la casa, al llegar ahí bajaron por el ascensor que los transportó directamente abajo y, esta vez, Auron no sintió ningún molestar —. Y sucede que mi padre dedujo la posible ubicación de Circon aunque jamás pudo irse de expedición hacia ese lugar para probarlo.

Cuando muera; Luzuplay [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora