44. El holograma

1.1K 226 114
                                    

— No te voy a engañar, cuando oí todo eso de la profecía y que ibas a destruir el pueblo pensaba que sería porque no ibas a poder gobernar tus poderes o algo así, ya estaba considerando matarte con mis propias manos, ¿sabes? —, habla Fargan mientras hurgaba en las estanterías de la Guarida de la Hermandad Oscura, Auron le miró con el ceño fruncido, Fargan dejó de hurgar para mirarle —. Pero me alegra no tener que hacerlo ahora que sabemos por qué debemos destruir Karmaland.

— A ver, dijiste que tu padre había encontrado a cuatro de los cinco ancestros, ¿no? —, inquiere Vegetta apoyando sus manos sobre la mesa de madera, Luzu asintió —. ¿Quién nos falta?

— Circón.

— Joder —, resopla Alexby pasándose las manos por el cabello —. ¿Por qué siempre nos toca lo más complicado, macho? 

— Espera, ¿tú sí sabes de Circón y toda esa mierda? —, inquiere Auron con confusión, Alexby cogió su casco de la mesa y le miró con confusión mientras caminaba hacia la encimera de la cocina en busca de un paño para limpiarla.

— Pues claro, es historia básica de Karmaland —, suelta Alex como si fuese muy obvio, los ojos de Auron miraron a Luzu quien se encogió de hombros y evitaba sonreír.

— Te lo dije.

— Vale, vale, basta de parloteos, deberíamos ir a por los puntos que ya conocemos y luego ir en busca de Circón, menos puntos vitales, menos puntos tendrá Ara... el demonio —, habla Vegetta suspirando, todos asintieron —. ¿Dónde es el primer punto?

 De su mochila de color negro, Luzu sacó un semi esfera de color verde agua con unos soportes de metal en sus costados que asemejaban a las patas de un araña, dejó el artefacto sobre la mesa y le dio un leve golpe en la superficie verde con la palma de la mano, el artefacto se hundió un poco y, a los segundos, comenzó a resplandecer, hasta que proyectó sobre sí una gran replica del pueblo sobre la mesa como un gran holograma a tamaño escala, Auron abrió muchos los ojos al ver aquel holograma de luz desplegarse frente a sus ojos, pudo ver como proyectaba las capas de tierra bajo la superficie, notó un par de cuevas con pasadizos estrecho cubiertos por piedra y lava, en la superficie podía ver toda la ciudad, el bosque, la casa de Vegetta y aquél mar inmenso que se abría paso bajo su casa flotante pero, por mucho que todo aquello fuera asombroso, lo que más llamaba su atención eran unos rayos de luz rosa que se veían salir de ciertos puntos del mapa, eran cuatro puntos dispersos en toda la ciudad que, claramente, eran los puntos vitales.

— No me jodas... —, se oye a Vegetta, Auron alzó la vista para verle y vio como su mirada estaba fija en uno de los rayos  rosa, Ruben también siguió su mirada y, al verlo, soltó una fuerte carcajada, en cualquier situación normal, Vegetta le hubiera golpeado pero estaba tan ensimismado viendo aquél rayo que ni siquiera le prestó atención —. ¡De todos los putos lugares! ¡De todos los jodidos lugares donde podían escoger!

Los ojos de Auron siguieron su mirada y notó como aquél rayo rosa salían exactamente de la puerta de entrada a las escaleras de Vegetta que llevaban a su isla, Auron tuvo que contener una sonrisa al notar eso, era hilarante pensar que, por una casualidad de la vida, Vegetta hubiera construido su hogar justo sobre un Eje trascendental que ahora deberían destruir, la mano de Fargan se apoyó en el hombro de Vegetta y le miró con una sonrisa.

— ¿Ves, Vege? Tanto que nos regañabas por explotar tu puerta pero en realidad sólo queríamos salvar Karmaland, ¿ves como somos los héroes del pueblo?

— Ni te creas que me he olvidado esto de la Hermandad Oscura —, escupa Vegetta de mala gana pasándose las manos por el cabello con desesperación —. Venga, si alguien va a destrozar mi casa seré yo.

— ¡Pero nos quita lo divertido, hombre! —, protesta Lolito haciendo un puchero.

— Ya lo dije, yo destruiré mi puerta, ya está.

— Entonces decisión tomada —, habla Luzu volviendo a darle un golpe a la semi esfera, el holograma de la ciudad se cerró sobre si mismo y volvió al artefacto del cual provenía desapareciendo, Luzu cogió la esfera y la volvió a guardar dentro de su mochila sin quitársela de su espalda —. La piedra de Zafiro puede estar en cualquier sitio en esa coordenada, ya sea flotando en el cielo o enterrada muchos metros bajo suelo, debemos buscar meticulosamente para hallarla. 

— ¿Y cómo coño planeas encontrarla? Es una piedra, tardaremos siglos en encontrarla así —, protesta Willy con el ceño fruncido.

— Sabremos cuando estemos cerca de ella, las piedras irradian una energía enorme, cualquier ciudadano de Karmaland puede sentirlas, es como... como una descarga eléctrica, así fue como determinó mi padre que estaban allí, siguiendo la atracción de la piedra con un dispositivo específico, sólo debemos seguir la energía que irradia y ya está, dudo que sea muy complicado —, habla Luzu con total calma pero no se notaba convencido y Auron tampoco, algo de aquél plan le decía que las cosas serían un tanto más complicadas de lo que parecían, podían decirle paranoico pero desde que había llegado a Karmaland ninguna cosa le había llegado en bandeja, incluso de una ida al baño salía una aventura, era sorprendente aquella mala suerte que les perseguía y lograba que todo se complicara, incluso las cosas que, a simple vista, parecían ser sumamente sencillas.

— ¿Y qué haremos cuando tengamos la piedra? ¿Destruirla? —, inquiere Fargan con el ceño fruncido.

Se miraron entre ellos, todos sabían el poder que irradiaban esas piedras y lo importantes que eran para el pueblo, Auron recordó lo que Luzu le había dicho, aquellas piedras les daban fuerza y protección al pueblo, sin ellas el pueblo estaría desnudo, ¿qué pasaría entonces? No lo sabía, Luzu había comentado la posibilidad de invocar a los ancianos cosa que podía sonar tentadora pero, en ese caso, los puntos seguirían vigentes y Araxiel podría perfectamente apoderarse de ellos para consumir su fuerza y tomarse el pueblo completo. Estaba confundido, no sabía que hacer y estaba claro que los demás se sentían igual que él, tal vez deberían conseguir las piedras y luego detenerse a pensar que harían con ellas, incluso podría hablar con Heberon o Frances, cualquiera de ellos dos podría darle la respuesta pero, ¿cómo les invocaría? Ellos eran los que le buscaban siempre. Pero, ¿qué pasaba si..? ¿Y si él...?

— No —, niega Auron con sus ojos fijos sobre la mesa conociendo la respuesta a aquella cuestionante —. Absorberé sus poderes. 

Cuando muera; Luzuplay [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora