12. El alcalde de Karmaland

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Cuando la puerta se abrió, lo primero que notó fueron los ojos verdes que bien recordaba pero eso era lo único que no había cambiado de él, ahora era un hombre corpulento de cabello largo, había crecido bastante dejando a Auron pequeño a su lado, su expresión ahora era dura y reflejaba autoridad. Sus ojos se posaron en Fargan quien le hacía señas animándole a hablarle, se había apartado lo suficiente para que Manuel no chocara con él por accidente y, también, para no pasar a llevar a Auron y así permitirle a Manuel verle todavía.

— H-hola —, saluda Auron apartando los ojos de Fargan que se había colado al despecho de Manuel y había comenzado a revisar los papeles.

— ¿Qué necesitas? Que mi tiempo es muy valioso —, habla Manuel haciendo una señal a su reloj de pulsera, Auron tragó saliva.

— Bueno, yo... —, miró hacia otro lado avergonzado.

— Espera un momento... —, menciona Manuel entornando los ojos.

Alzó las cejas confundido al tener la mirada penetrante de aquellos ojos verdes sobre él, retrocedió un paso al ver como el alcalde se acercaba a él con su vista fija sobre su rostro, se apartó el sombrero de la cabeza dejando caer algunos mechones de su cabello naranja sobre su ojo derecho. De pronto, sus cejas pelirrojas se alzaron bruscamente y se irguió en su sitio, una gran sonrisa apareció en sus rostro y sus ojos verdes parecieron iluminarse como un niño pequeño.

— ¡¿Raúl?! —, exclama alegremente.

Oír su nombre salir de la boca de Mangel provocó un extraño revoltijo de emociones en su interior, hasta el momento había sido el único que le reconoció sin una presentación previa, podía sonar muy tonto pero aquello era algo muy significativo para él.

— Él mismo —, asiente con emoción Auron con una amplia sonrisa en el rostro.

— ¡Hombre!

Sin dudarlo dos veces, Manuel saltó contra Raúl y lo apresó contra sus brazos con fuerza haciéndole soltar una fuerte carcajada y le levantó del suelo con alegría demostrando la fuerza que había desarrollado en ese tiempo.

— Que gusto volver a verte —, menciona Manuel dejándole de vuelta en el suelo.

— Lo mismo digo, Manuel.

— Lolito, ahora me llaman Lolito —, explica.

¿Qué les había dado a todos por cambiarse el nombre? Los ojos de Auron viajaron al interior de la oficina al ver a Fargan acercándose a donde estaban ellos con una gran sonrisa en el rostro, Auron supo que era su manera de decirle que estaba listo para que Lolito le viera. Le hizo un gesto para que se acercara a él y eso hizo.

— Tengo una sorpresa más —, dice Auron suavemente, miró a Fargan de reojo y luego volvió su vista a Lolito que alzó sus cejas rojas —. Bueno, mi poder es hacer de portal con el mundo espiritual.

— ¿En serio? Eso flipa de cojones, hombre —, menciona Lolito apoyando su cuerpo en el marco de la puerta —. El mío es el de hablar con los animales, una mierda.

— Espera, ¿en serio? —, se distrae Auron —. Ese lo heredaste de tu madre, ¿no?

— Sí —, asiente Lolito encogiéndose de hombros.

— Bueno, eso no era lo que quería decirte, lo qué pasa es que puedo ver muertos y... —. Hizo una pausa y miró a Fargan quien comprendió aquella señal y apoyó su mano sobre el hombro de Auron, los ojos verdes de Lolito rápidamente se pasaron en el chico búho —. Y puedo hacer que el resto los vea.

— Fargan... —, susurra suavemente.

— El gran Fargan para servirle, alcalde —, bromea Fargan con una amplia sonrisa en sus labios.

— ¡Ay, me alegra tanto verte! —, habla con alegría —. Quien diría que en menos de cinco minutos recuperaría a dos de mis mejores amigos.

Rodeó a ambos chicos con sus brazos en un fuerte abrazo. No podía comenzar a explicar lo feliz que estaba de finalmente ver a ambos de sus amigos allí frente a su puerta, desde que tomó el puesto de alcalde de Karmaland toda su vida pareció cambiar, se distanció de su familia y amigos para centrarse en el cargo, el resto de habitantes de Karmaland pareció odiarle con solo tomar el puesto, pero ver a sus dos grandes amigos de la infancia a quien pensó haber perdido era algo que le subió el ánimo por completo.

— Eh, Lolito, que te tengo nuevas noti... —, se escucha junto a un par de pasos en la escalera.

Se volteó para observar a sus espaldas en dirección a aquella voz aguda, allí, detenido en la escalera había un oficial de policía con su respectivo traje azul ceñido al cuerpo, su placa brillaba con la luz del sol que ingresaba por la ventana pero lo más llamativo de él era el casco blanco que traía cubriéndole el rostro de un stormtrooper.

¿F-Fargan? —, pregunta suavemente el oficial.

Los ojos de Auron viajaron con confusión ha at a Fargan que se apartó del abrazo para mirar al oficial con la boca un poco abierta y las manos temblando, sin siquiera saber que ocurría Auron dedujo que debía ser alguien importante para él, con el resto de personas había parecido emocionados de que le vieran finalmente, ahora parecía asustado e, incluso, podía decir que estaba nervioso. Viajó su vista hasta el otro chico y maldijo el hecho de que ambos usaran máscaras porque no podía ver sus expresiones para comprender mejor que significaba todo aquello. De pronto, el oficial retrocedió un paso sacudiendo la cabeza repetidamente y, antes de que Fargan pudiera decir cualquier palabra, el oficial salió corriendo por donde mismo había aparecido, Fargan se apresuró a la escalera pero se detuvo al recordar que no podría verle sin Auron, todo su cuerpo temblaba y no podía apartar los ojos de las escaleras por donde el chico había desaparecido.

— ¿Quién era él? —, pregunta Auron mirando a Lolito, este suspiró.

— Ese era Alexby.

Cuando muera; Luzuplay [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora