— Haz lo que tengas que hacer pero que sepas que yo haré lo mismo —, asiente Merlon, todo atisbo de emociones desapareció de su rostro, ahora su típica expresión frívola se veía en sus facciones —. Pero, para que me creas lo que te dije antes, os devolveré a Mangel, es más, ahora mismo lo dejaré en el pueblo, cuando vayáis, allí le encontraréis.
— ¿Es una broma? —, inquiere Auron con confusión.
— Sabes que jamás bromeó —, puntualiza Merlon, se volteó para mirar a los demonios y sacudió el brazo, los demonios se pusieron en marcha hacia el portal, antes de seguirles, Merlon se volteó —. Suerte en vuestra misión, que el mejor lado gane.
Y sin más se devolvieron por donde mismo vinieron. Auron les siguió con la mirada hasta que desaparecieron por el portal. Un sudor helado le recorría la espalda. Estaba sumamente confundido. Había colapsado frente del enemigo y ellos no había aprovechado de acabarle allí, ¿qué tenía Merlon planeado? Aquello debía tener una explicación lógica pero, ¿cuál? La mano de Vegetta sobre su hombro le hizo dar un brinco, se volteó para ver a Vegetta a sus espaldas en su forma humana, se había puesto su ropa nuevamente y le miraba con preocupación.
— ¿Estás bien? —, pregunta, Auron le miró unos segundos y sopesó su respuesta pero, finalmente, asintió y le dio una leve sonrisa, Vegetta no parecía creerle porque la expresión preocupada de él no desapareció, Auron estiró la mano y le acarició la mejilla.
— Venga, quita esa cara, que me miras como si estuviese moribundo.
— Vale, vale, perdón —, se disculpa dejando descansar su cabeza en mano de Auron, Auron sonrió con culpa pero aún así le abrazó con su brazo disponible —. ¿Qué crees que fue eso?
— No tengo ni puta idea —, admite Auron mirando hacia el portal por sobre su hombro —. ¿Crees que realmente nos entregue a Mangel?
— Ni idea pero me sabe muy mal esto, creo que Merlon trama algo.
— Bua, es que sin duda, hombre.
Se quedaron en silencio unos segundos, cada uno sopesando lo que acaba de ocurrir, hasta que Vegetta sujetó el rostro de Auron entre sus manos, depositó un beso en su frente y se apartó de él.
— Sólo hay una manera de comprobarlo —, sonríe estirando su mano, Auron asintió y la cogió —. Vamos.
Al llegar al pueblo ambos esperaban una emboscada, tal vez un ejército de demonios listos para devorarles pero no había nada, aún era de noche y el ambiente se sentía tranquilo. Se dieron una mirada antes de seguir su camino pero la paz no duró mucho. El pueblo tenía unas grandes antorchas que espantaban a los monstruos de su tierra, el efecto cubría hasta gran parte del valle, pero, por alguna razón, un sólo zombie andaba por las calles que no parecía afectarla la antorcha cuyo efecto era tan potente que los zombies se desintegraban en cuanto pisaba el lugar que esta cubría.
— ¿Qué coño? —, inquiere Auron con confusión, Vegetta tenía el ceño fruncido —. ¿Es eso posible? ¿Qué pasó con las mega-antorchas?
— Es imposible, siguen allí desde... bueno, años —, responde Vegetta —. No hay forma de que un zombie pase las antorchas...
El zombie seguía caminando arrastrando los pies por el suelo aún sin notarles. Auron le miró fijamente, le resultaba extrañamente conocido. Movido por la curiosidad, hizo intento de acercarse pero Vegetta le cogió del brazo para detenerlo, Auron se volteó y le indicó que todo estaría bien. Se acercó hacia él lentamente con cuidado de no alertarlo, el zombie ahora le daba la espalda. Sus ropas estaban roídas, su piel de una tonalidad verdosa, tenía un tobillo torcido hacia el interior y una de sus costillas salidas. A medida que se acercaba el olor a putrefacción llegaba a la nariz de Auron logrando que provocara una mueca. El zombie, de pronto, tropezó con una piedra haciendo que su cabeza se desprendiera de su cuerpo y quedara colgando a un lado, Auron retrocedió asqueado. Al ocurrir eso, la pieza de tela que traía alrededor de su cabeza, que Auron había pensado que se trataba de una corbata, cayó al suelo. Cuando el zombie estuvo lo suficientemente lejos para que no le viera, Auron se acercó y cogió la tela del suelo.
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Cuando muera; Luzuplay [En edición]
FanfictionLos 9 héroes de Karmaland habían tomado caminos distintos y tenían una fuerte rivalidad entre ellos la cual se ven obligada a superar cuando descubren la Profecía que acechaba al pueblo que los vio crecer y que dictaba el final de este. Auron se pro...