16. Bievenido a la vida

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Cogió el colgante entre sus manos  con mucho cuidado, poco a poco los chicos se volvieron a acercar a Auron tras comprobar que no les robaría sus poderes ni nada parecido. Sintió algo en el hombro y, al voltearse, divisó a Fargan quien estaba a su lado con una gran sonrisa en el rostro. Con su mano disponible, Fargan recibió el colgante de las manos de Merlon y, sin dudarlo un solo segundo, se lo llevó al cuello confiando plenamente en que Auron lo había hecho bien. Todos miraron atentamente para ver si algo sucedía pero no salieron luces ni nada por el estilo indicando que algo mágico sucediera.

— Vaya... —, suspira Fargan pasándose ambas manos por el cabello.

— Lo lamento, Fargan —, se disculpa Auron sinceramente.

— Tranquilo, hombre, a veces los muertos deben permanecer muertos —, le tranquiliza sonriente.

— Bueno, al menos puedes hacerle  jugarretas a los demás —, le anima Lolito acercándose a ellos.

Se sentía terrible. La única razón por la que aquello no había resultado era porque él no podía dejar de pensar en Luzu y que aquel poder suyo era su manera de poder salvarle. Aunque se tratara de convencer que quería darle aquel poder a Fargan, tal parece, solo era un pensamiento que recorría su cabeza para no hacerle sentir culpable, en el fondo solo le preocupaba Luzu. Podía sonar frío y malvado porque amaba a todos sus amigos pero no podía evitar que Luzu fuese especial para él y le importara más que cualquiera. Si debía escoger entre Luzu y el mundo, el elegiría a Luzu sin dudarlo.

— Estúpidos... —, suspira Vegetta llamando la atención de todos —. Es que estoy rodeado de niñatos.

— ¿Qué pasa? —, inquiere Fargan extrañado recorriendo todo su cuerpo con su vista viendo si algo había cambiado.

Miró como Vegetta caminaba hasta él con expresión de estar harto de todos y, de un segundo a otro, Vegetta estampó su puño contra el torso de Fargan quien salió disparado hasta atrás cayendo sobre su propio cuerpo. Un fuerte quejido salió de la boca de Fargan y Vegetta, por su lado, sacudía su mano, seguramente por el dolor de aquel golpe. Sin poder evitarlo, Auron retrocedió sorprendido y alzó la vista con clara confusión en sus ojos.

— ¡¿Qué cojones?! —, exclama Fargan levantándose dolorido.

Su vista viajó hasta Vegetta quien miraba a Fargan aún con su mano enrojecida empuñada, los ojos de Vegetta estaban sobre Fargan y tenía las cejas alzadas de lo obvio que era la situación. Allí comenzó a comprender un poco mejor. Estaba mirando a Fargan pero este no tenía su mano sobre él, lo que quería decir que, de hecho, si había funcionado.

— Aaaah... —, musita Auron con los ojos muy abiertos, Vegetta le miró y asintió con la cabeza orgulloso —. Ya entiendo.

— Aparte de ser el más guapo también es el más listo —, habla Vegetta con orgullo —. Que has sentido eso, cabezon, también te podemos ver sin que estes manoseando a Auron.

— ¡Ostras! —, exclama Fargan con sorpresa olvidando por completo su dolor.

— Mientras cargues el amuleto será como si estuvieras vivo —, explica Merlon ya harto de aquellos chicos —. Pero en cuanto te lo quites volverás a tu forma de fantasma y solo quienes posean el poder podrán verte.

— Estás loco si crees que me quitaré esto —, habla Fargan con alegría —. Deséenme suerte, iré a hablar con Alexby.

Sin esperar ningún segundo más, Fargan corrió colina abajo no sin antes darle un fuerte abrazo a Auron. Cuando recién había oído la noticia de Vegetta de que podría permitirle a Fargan "vivir", pensó que se arrepentiría luego de hacerlo al ver que funcionaba y ya no podría salvar a Luzu de aquella forma pero se había equivocado, ver a Fargan tan feliz le hizo darse cuenta de que aquella había sido la decisión correcta y lo habría hecho mil veces más si tuviera la opción de escoger. Alzó la vista hacia Vegetta quien miraba la figura de Fargan alejándose dando brincos con una gran sonrisa en sus labios, no pudo evitar pensar en la promesa que había hecho minutos antes.

Cuando muera; Luzuplay [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora