Cuando muera; Luzuplay [En edición]

23. La cueva

— Espera, ¿estás diciendo que yo acabaré con Karmaland? —, inquiere Auron con confusión.

El ruido de un gruñido atrajo su atención y vio al lona que tenía a su lado encorvándose sobre si mismo hasta que el pelaje se transformó en una piel pálida y las patas en brazos y piernas. Apartó la mirada rápidamente al notar que Vegetta estaba desnudo frente a ellos con su forma humana.

— Hombre, que estas desnudo —, le recuerda Auron manteniendo sus ojos hacia otro lado.

— Así que así se ve el cuerpo humano —, habla la Ninfa intrigada mirando a Vegetta sin pudor —. Que extrañas criaturas.

— Que da igual, chaval, esto es mucho más importante que mis huevos —, dice Vegetta restándole importancia al hecho de que estaba desnudo en medio del bosque —. ¿Cómo que Auron será el fin de Karmaland? ¿Y cómo cambió? Eso debería ser imposible.

— Lo es —, asiente la Ninfa apresuradamente, los ojos de Auron volvieron a ella e intentaron posarse solo en los ojos verde de la chica en lugar de mirar al hombre desnudo que tenía al lado —. O lo era, se supone que las profecías predijeron cada cosa que ocurriría en Karmaland pero tal parece sucedió algo que no debía suceder, no se el que.

— ¿Podemos ver esa profecía? —, inquiere Auron con el ceño fruncido, la Ninfa asintió.

— Solo los Dioses y sus cercanos podemos verla, pero puedo hacer una excepción por vosotros —, asiente ella pareciendo realmente desconcertada.

— Tu ve por ropa antes —, le ordena Auron dirigiéndose a Vegetta quien sonrió coquetamente logrando que Auron se sonrojara.

— ¿Por qué? ¿Te pongo nervioso, chiqui?

— Ve a por ropa, cerdo, o te quemo la pinga —, le amenazo Auron haciendo que Vegetta alzara mucho las cejas con una gran sonrisa —. ¡Eh! ¡No! ¡Que no me refería a eso, guarro!

— Vale, vale, iré a casa y vuelvo.

Antes de que Vegetta pudiese siquiera alejarse de ellos, la Ninfa dio un golpe al suelo con su bastón haciendo que su vista se viera cubierta por los rayos de luz blancos obligándole a cerrarlos, cuando volvió a abrir los ojos se encontró  justo frente a la puerta de Vegetta en la misma posición en la que estaba en el bosque, los ojos púrpura del chico también parecían desconcertados. Se voltearon para ver a la Ninfa que se encogió de hombros y dejó caer su mano a un costado de su cuerpo, supuso que ser mitad diosa tendría beneficios como teletransportarse entre otras cosas.

— ¿Por qué está Vegetta desnudo con Auron y una chica? —, inquiere Alexby riendo, los ojos de los otros dos chicos se voltearon para ver la escena.

— ¡Eh, cerdo! —, grita Lolito olvidando por completo a los esqueletos con los que aún combatían y corriendo hacia ellos —. ¡¿Qué cojones le has hecho a Auron?!

Un esqueleto aprovechó la distracción que creó Lolito y atacó a Fargan con una espada, pero antes que la espada siquiera le rozara, el esqueleto se deshizo en el aire al igual que todos los demás dejando el valle cubierto en un extraño silencio. Desconcertados, miraron en todas direcciones y vieron a la Ninfa observándoles con su mano elevada y un humo de color azul brillante emanando de las puntas de sus dedos, Fargan asintió levemente con la cabeza agradeciéndole el gesto aunque, por dentro, seguía sin agradarle.

— Vaya, yo estaba todo entusiasmao reventando esqueletos —, se queja Lolito bajando el hacha —. Supongo que ganamos.

— Sí, bueno —, asiente Alex volviendo a su tamaño normal —. Pero Vegetta ganó más que todos nosotros.