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Jimin.

Atrape a mi enemigo con las manos en la masa, escabulléndose en la oficina de El Mago. Podría hacer que lo expulsaran por esto. Finalmente. En lugar de eso le di la cosa que vino a robar, luego le dije que si podíamos estar un tiempo solos…todo por una foto de bebe. Pero la visión del rostro de Jungkook en esa  foto…sonriendo solo porque estaba feliz, con sus mejillas rojas como manzanas. Y la mirada en su rostro cuando la vio. Como si alguien hubiera tocado una bocina y todas las paredes a su alrededor se hubiera derrumbado.

Caminamos de vuelta a la habitación, y es raro; no tenemos ninguna experiencia caminando junto al otro, incluso aunque siempre nos dirijamos en la misma dirección. Mantenemos distancia en las escaleras, luego nos separamos incluso más mientras cruzamos el patio. Sigo queriendo volver a sacar mi espada. Jungkook se ha suavizado para el momento en el que llegamos a la habitación.Cierra la puerta de un golpazo tras nosotros, pone el libro en su cama, y luego se cruza de brazos. 

–Bien, Park. Estamos solos. Lo que sea que tengas que decirme, dilo.

Yo cruzo mis brazos también. 

–Está bien -Digo –Solo…siéntate ¿Está bien?

-¿Por qué debería sentarme?

-Porque me estás haciendo sentir incómodo.

-Bien -Dice –Deberías estar contento de que no te esté haciendo sangrar.

-Por el amor de Dios,-Digo.

Solo maldigo como un Normal cuando se me acaba la paciencia.

–¿Puedes calmarte? Esto es importante.

Jungkook sacude la cabeza, exasperado, pero se sienta al final de su cama, frunciéndome el ceño. Él tiene estos lánguidos ojos de perro que siempre se ven como si estuvieran asomándose por debajo de sus parpados, incluso cuando tiene los ojos muy abiertos. Y sus labios naturalmente se vuelven hacia abajo en las esquinas. Es como si su rostro estuviera diseñado para poner mala cara.

Camino hacia la mochila con mis libros y sao un cuaderno. Escribi todo lo que pude el día después que la mama de Jungkook vino a verme; pensé que estaba escribiendo todo para compartirlo con El Mago.

Me siento en mi cama, enfrentándolo y el de mala gana se da la vuelta para enfrentarme.

-Está bien -Digo -Mira. No quiero decirte esto. Ni siquiera sé si debería. Pero es tu mama, y no creo que sea correcto escondértelo.

-¿Qué pasa con mi madre? -descruza los brazos y se inclina hacia adelante, cogiendo mi cuaderno. Le arrebato el cuaderno.

–Te estoy diciendo. ¿Esta bien? Solo escucha.

Entrecierra lo ojos. Estoy estúpidamente nervioso.

–Cuando no estabas…No estabas cuando  el Velo se levantó.

Él lo adivina inmediatamente sus fosas nasales se expanden, y sus ojos se  ponen un poco locos, él es malditamente inteligente, no sé cómo voy a conseguir lo mejor de él.

-Mi madre…-Él dice -ella estaba  buscándote.

-Ella seguía volviendo. Aquí. ¿Dónde estabas que ella no pudo encontrarte?

-¿Mi madre paso por el Velo?

-Sip. Ella dijo que había sito citada a aquí, a nuestra habitación, que este era  tu lugar. Y estaba bastante cortada de que no estuvieras aquí. Quería saber si yo te había lastimado.

-¿Ella hablo contigo?

-Sip. Quiero decir, Si.-Paso las manos por mi cabello –Ella vino buscándote y me pego un susto de muerte, preguntando si te había lastimado. Y luego dijo que el Velo se estaba  cerrando…

𝐾𝑒𝑒𝑝 𝐺𝑜𝑖𝑛𝑔 (𝑲𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora