Yoongi.
Me hubiera gustado que lo hubieras conocido cuando era joven. Era guapo, por supuesto. Él sigue siendo guapo. Ahora él es guapo de una manera que todo el mundo ve... En aquella época sólo yo lo veía. Sentía pena por él; Supongo que así es como empezó. Siempre estaba hablando, y nadie estaba escuchando. Me gustaba escuchar. Me gustaban sus ideas, él tenía razón en muchas cosas. Él aún la tiene.
− ¿Cómo va la Revolución, Namjoon?
−No te burles, Yoongi. No me gustan las bromas.
−Lo sé. Pero a mí sí.
Estaba sentado solo bajo el árbol de tejo, así que me senté junto a él. Cuando empezamos a hablar, yo me reunía con él aquí, donde nadie nos vería juntos, así nadie me vería con el viejo tonto de Namjoon.
Después empezó a gustarme reunirme con él bajo el árbol de tejo porque era casi como si estuviéramos a solas.
−Has estado tranquilo últimamente −le dije.
−No hay nada más que decir. Nadie está escuchando.
−Estoy escuchando.
−Llevé a mis quejas ante el Aquelarre −dijo −Ellos se rieron de mí.
−Estoy seguro de que no se rieron, Namjoon
−No tienes que reír en voz alta para burlarte de alguien. Me trataron como a un niño.
−Bueno, eres un niño. Ambos lo somos.
Él me miró directamente a los ojos. Hay algo en los ojos de Namjoon. Son medio mágicos. Nunca pude apartar la mirada.
−No, Yoongi. No lo somos.
* * *
Después de ese encuentro con el Aquelarre, Namjoon estaba siempre en la biblioteca, o inclinado sobre un libro en el comedor, chorreando salsa sobre un texto de cuatrocientos años de edad. A veces me sentaba con él, y a veces él hablaba conmigo.
−Yoongi, ¿sabías que Watford solía tener su propio oráculo? Aquella era su habitación, la que está en la parte superior de la Capilla con la ventana que da a las paredes de la escuela. Los oráculos trabajaron allí. Ellos eran tan importantes como los directores.
− ¿Cuándo terminó?
−En mil novecientos catorce. Fue una medida de austeridad. La idea era que los oráculos donaran sus servicios según fuera necesario después de eso.
−Yo no conozco a ningún oráculo −le dije.
−Bueno, fue el oráculo de Watford quien entrenó a otros oráculos. Hoy en día, es una profesión muerta. La biblioteca todavía tiene un ala entera de sus profecías.
− ¿Desde cuándo te importan las bolas de cristal y las cartas del tarot?
−No me importan los niños que juegan con herramientas que no entienden, pero esto... −Sus ojos brillaban –¿Sabías que la Gran Hambruna Irlandesa fue profetizada?
−No lo sabía.
−Y el Holocausto.
− ¿De verdad? ¿Cuándo?
−En 1511. Y ¿sabías que hay sólo una visión que todos los oráculos han tenido desde el comienzo de Watford?
−Yo ni siquiera sabía que había oráculos hace treinta segundos.
−Que un gran Mago viene.
−Como la canción infantil −dije −Y alguien va a venir a acabar con nosotros, / y alguien traerá su caída, / deja que el mayor poder de los poderes reine, / puede salvarnos a todos.
−Sí.
−Mi abuela solía hablar del Gran Mago.
−Hay docenas de profecías −dijo Namjoon –Todas acerca de un mago, el Elegido.
−¿Cómo sabes que todas son de la misma persona? −Pregunto −¿Y cómo sabes que él, o ella, no han venido ya y se ha ido?
−¿De verdad crees que no echaríamos de menos a alguien que salvó a todo nuestro pueblo? ¿Alguien que reparó nuestro mundo?
− ¿Qué dicen que va a reparar?
−Se dice que habrá una amenaza, que vamos a estar a oscuras y divididos, que la propia magia estará en peligro, y que habrá un mago que tiene un poder que nadie jamás ha soñado, un mago que extrae su poder desde el centro de la Tierra. "Camina como un hombre ordinario, pero su poder es como ningún otro". Uno de los oráculos lo describe como ‘un buque’ grande y suficientemente fuerte como para mantener toda la magia por sí solo.
Namjoon se estaba poniendo cada vez más y más excitado mientras hablaba. Sus ojos brillaban, y sus palabras tropezaban unas con otras. Hizo un gesto hacia la pila de libros, como si su sola presencia hiciera de las profecías algo irrefutable. Sentí a mi barbilla echar para atrás.
−Tú no...
− ¿Qué? −Preguntó Namjoon.
−Bueno, no piensas...
− ¿Qué, Yoongi? ¿Qué no pienso?
−Bueno... que eres el Gran Mago…
Se burló.
− ¿Yo? No. No seas tonto. Soy más poderoso que cualquiera de estos cretinos −echó un vistazo alrededor de la biblioteca –pero tengo el tipo de poder que tú puedes imaginar.
Traté de reír.
−Correcto. Así que…
− ¿Así qué?
−¿Por qué esto es tan importante para ti?
−Debido a que el Gran Mago está viniendo, Yoongi. Y él viene en la hora de nuestra mayor necesidad. Cuando los magos están “arañando con garras la garganta del otro”, cuando “la cabeza de nuestra gran bestia ha perdido su camino”. Eso es pronto. Eso es ahora. ¡Todos deberíamos tener cuidado con todo esto! ¡Deberíamos estar preparándonos!
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𝐾𝑒𝑒𝑝 𝐺𝑜𝑖𝑛𝑔 (𝑲𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏)
FanfictionCuando eres el mago más poderoso que el mundo a conocido, es difícil relajarse y disfrutar