Jimin.
Cuando llego a la puerta de la capilla blanca, cada ventana explota. Parece que el mundo se acaba, y está hecho de cristal. Espero que no sea demasiado tarde. ... Para detener lo que sea que necesita ser detenido. Para ayudar a quienquiera que necesita ser ayudado.
Corro dentro de la Capilla, detrás del púlpito. Entonces pienso en el Mago, y encuentro mi camino a una habitación en la parte trasera, con una trampilla que cuelga abierta del techo.
Yo aleteo mis alas, todavía tengo alas, y agarro el borde de la abertura, arrastrándome hacia arriba. Es una sala redonda, arruinada ahora, y el Mago está de rodillas en el centro, con los ojos cerrados y los hombros agitados.
Hay alguien tirado en el suelo debajo de él y por un aliento, yo creo que puede ser Jungkook. Pero Jungkook fue a las Numpties; Yo sé que lo hizo. Quienquiera que está en el suelo, significa que todo comenzó.
Me aclaro la garganta y descanso mi mano en mi cadera. La espada aparece sin el encantamiento. Es como si todo el mundo está solo reaccionando a mí. Ni siquiera tengo que pensar. Yo no tengo que pensar. El Mago tiene sus manos en el pecho de la persona. Hay una nube de profunda magia a su alrededor, y él está diciendo un cántico. Me toma un minuto para reconocer la canción...
-Fácil viene, fácil se va. Poco alto, poco bajo.
Doy un paso hacia adelante en silencio; No quiero interrumpirlo en medio de un hechizo. Sobre todo si está tratando de revivir a alguien.
-Sigue adelante, seguir adelante -el Mago canta.
Un paso más en silencio, y veo que es Chan debajo de él, chillo, no puedo evitarlo. La cabeza del Mago gira, sus labios todavía murmurando letras de Queen.
-¡Jimin! -dice, tan sorprendido que tira de sus manos.
-No te detengas -le digo, cayendo de rodillas -Ayúdalo.
-Jimin -el Mago dice de nuevo.
Sangre sale del pecho de Chan.
-¡Ayúdalo! -Le digo -¡Se está muriendo!
-No puedo -dice el Mago -Pero, Jimin. Estás aquí. Todavía te puedo ayudar.
Él llega a mí, con las manos mojadas con la sangre de Chan. Y yo sé que tengo que decirle ahora. Me paro bruscamente, alejándome de él.
El Mago coge su espada, está sangrienta, también y está conmigo. Su cabeza se separa abriéndose por encima de la oreja, sangrando por el cuello y el hombro.
—Estás herido, señor. Puedo ayudarlo.
Sacude la cabeza, mirando un poco más allá de mí. Creo que está enloqueciéndose por mis alas, pero no estoy seguro de que pueda guardarlas ahora.
—Estoy bien, Jimin —él dice.
Es demasiado tarde, ya he pensado acerca de hacerlo mejor: La herida por encima de su oreja se cura desde afuera hacia adentro, zurciéndose. Su mano se sube a la cabeza. Sus ojos se abren.
—Jimin.
Mi barbilla empieza a tambalearse, y aprieto la empuñadura de mi espada hasta que la oscilación se detiene. Trato de pensar en mejorar a Chan, creo que he estado pensando en ello todo el tiempo, pero todavía se encuentra allí, sangrando. El Mago da pasos más cerca de mí, como si estuviera dando un paso cerca de un animal.
—Has venido justo a tiempo —dice en voz baja.
Levanta la mano y toca mi cara. Siento un hilito de sangre caer por mi mejilla.
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𝐾𝑒𝑒𝑝 𝐺𝑜𝑖𝑛𝑔 (𝑲𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏)
FanfictionCuando eres el mago más poderoso que el mundo a conocido, es difícil relajarse y disfrutar