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Jungkook.

Cuando regreso, Seok Jin no está. Puedo darme cuenta que ha estado sentado en mi cama de nuevo, huele como él. Como sangre y chocolate y hierbas de cocina. Se lo discutiré mañana.

Park se ha bañado, el cuarto está húmedo por eso, pero nuestros papeles y cena siguen regados en el suelo. Es como tener dos compañeros de cuarto descuidados. El pizarrón está en orden, aunque, lleno de la caligrafía de Seok Jin y empujado contra la pared. Tomo  mi chaqueta y la encanto para que esté  limpia, colgándola en mi guardarropa.  Mi corbata está metida en el bolsillo. La saco y la cuelgo.

Comí mi sándwich en el sótano, bajándolo con algunas ratas. Tengo que ir a cazar al bosque de nuevo; las ratas se están acabando en las catacumbas,  aunque yo trato de no tomar las hembras. Es horrible cazar en el Bosque. Tengo que hacerlo durante el dia porque El Mago levanta el puente al  atardecer, y no puedo Flotar Como Mariposa sobre el foso todas las noches como lo hice  hoy; no tengo la magia.

Miro por encima de mi hombro a Park, un largo y envuelto grumo en su cama. Él tiene la magia. Él puede hacer cualquier cosa. Aún estoy zumbando con su magia, y han pasado horas desde que quito su mano de mí. Él me ha lanzado hechizos antes, pero esto es diferente. Esto fue como ser alcanzado por un rayo. Me siento limpio. Sin fondo. No, eso no es correcto, no sin fondo. Sin centro. Como si fuera más grande en el interior. Como si pudiera decir cualquier hechizo, cumplir cualquier promesa. Al principio fue como si Park me estuviera dando magia. Enviándomela. Pero luego la magia solo  estaba ahí. Era mía, en ese momento, todo lo que era de él.

Está bien. Tengo que dejar de  pensar de esa manera. Como si fuera un regalo. Park nunca se hubiera abierto a mí sino hubiera un dragón sobre nosotros… Me pregunto si pudiera tomar la magia de él si lo intento, pero la idea me revuelve el estómago. Me cambio en el baño y me cepillo los dientes, y cuando salgo, veo a Park sentado en su cama.

-¿Jungkook?

-Que -Me siento en mi cama, encima de las sabanas.

-Yo… ¿Puedes venir aquí?

-No.

-Yo puedo ir allí, entonces.

Cruzo las piernas y los brazos.

–No, No puedes.

Park suspira, exasperado. Bien, pienso.

-Solo. Ven aquí -Él dice -¿Esta bien? Tengo que intentar algo.

-¿Puedes escuchar lo ridículo que suenas?

Él se levanta. Esta oscuro en la habitación, pero salió la luna, y siempre puedo verlo mejor de lo que él me ve. Está usando pantalones de pijamas de franela gris, de la escuela, y su cruz dorada. Su piel es tan gris como la mía en esta luz, y brilla como una perla.

-No te puedes sentar en mi cama -Digo mientras él se sienta en mi cama –Y tampoco Seok Jin. Mi cama apesta a intensidad y brownies.

-Toma -Él dice, estirando su mano.

-¿Qué quieres de mí, Park?

-Nada -él dice. Y lo dice en serio, el bastardo –Tenemos que intentarlo de nuevo.

-¿Por qué?

-Para que sepamos que no fue una casualidad.

-Fue una casualidad. Estabas peleando con un dragón, y yo te estaba ayudando, fue totalmente una casualidad.

-Merlín, Jungkook, ¿No quieres saberlo?

-¿Si me puedo conectar a tu generados?  

-No fue así -Él dice –Yo te deje hacerlo.

𝐾𝑒𝑒𝑝 𝐺𝑜𝑖𝑛𝑔 (𝑲𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora