𝐾𝑒𝑒𝑝 𝐺𝑜𝑖𝑛𝑔 (𝑲𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏)

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Jimin.

Si Jin estuviera aquí, le diría que está mal sobre lo que piensa de mí. Él piensa que resuelvo todo con mi espada. Pero, al parecer, también puedo resolver las cosas con mi boca, ya que, hasta ahora, cada vez que me inclino hacia Jungkook, él se calla y cierra los ojos. Si Jin estuviera aquí, él me pondría a explicarlo. Gracias a toda la Magia que todavía no está aquí.

Acabo de empujar mis dedos entre los botones de la camisa de Jungkook; su piel está a temperatura ambiente.

Entonces alguien se aclara la garganta. Jungkook se endereza, lo que significa que su boca se zafa de la mía. Doy un paso lejos tan rápido que no estoy seguro de no haberme teletransportado. Su criada o niñera o lo que sea, está de pie en el arco de la entrada. Lleva un vestido negro y un delantal blanco.

–Sr.  Pitch –dice ella.

Le deben pagar por fingir que no nota nada raro por aquí, pues ni siquiera se inmutó. Dos chicos besándose es probablemente algo benigno para ella, probablemente ha estado en interrogatorios y sacrificios de cabras

–Tiene invitados  –dice ella –Dos jóvenes.

–Gracias, Vera  –dice Jungkook sin un indicio de disculpa –Hágalos seguir.

Él endereza su camisa y se alisa el cabello.

–¿Chicos? –digo –¿Más de uno?

–Taehyung –dice Jungkook sobre mi hombro –bienvenido. Hola, Seok Jin.

Me doy la vuelta. Jin y Taehyung están de pie en la puerta de la biblioteca; no debieron haber esperado a que la criada las trajera. Jin ya está mirando las estanterías de la biblioteca lujuriosamente. Taehyung me está  mirando.

–¿Qué están haciendo aquí? –digo.

–Jungkook nos llamó –dice Jin.

Entra a la habitación y me entrega un  plato de galletas de jengibre cubierto con papel vinipel.

–¿Qué estás haciendo aquí? –me pregunta Taehyung.

–Taehyung se estaba quedando conmigo  –explica Jin –y él tenía su coche, así que…

–Por favor, entra, Taehyung –invita Jungkook –¿Quieren algo de beber?

–Tomaré té –dice Jin.

–Excelente –dice, caminando a grandes zancadas  más allá de donde estaba Taehyung fuera de la puerta.

–¿Qué es esto? –Dice Taehyung –Jin ni  siquiera me dijo a dónde veníamos. ¿Qué estás haciendo aquí, Jimin?

Le frunzo el ceño a Jin. Él desenvuelve el plato de las galletas de jengibre y toma una.

–¡Yo no sabía lo que tenía permitido decir! Y no creo que él me hubiera traído si le hubiera dicho a dónde veníamos. Ustedes dos tienen que superar esto, Jimin. Si puedes hacer las paces con Jungkook, puedes hacer las paces con Taehyung.

–Paces temporales  –dice Jungkook, ya de vuelta con té y un plato de fruta. Él debió usar magia.

–Lo derramaré  –dice Jin.

–¿Paces temporales? –pregunta Taehyung.

Jin le entrega una taza de té

–¿Están todos ustedes poseídos? –Él devuelve el té –No voy a beber esto.

Jungkook me mira.

–A tu llamado, Park. ¿Confías en él?

Taehyung está que echa humos.