Termino de escribir en mi libreta el último apunte que el profesor Mark dicta y la chicharra suena dos veces seguidas anunciando el descanso de treinta minutos.
– Y bien, hasta aquí le pausamos, continuaremos mañana. No olviden traer su investigación. Buen día.
Todos por costumbre le contestamos con un "buen día", el profesor toma rápidamente sus libros y sale del aula. Suspiro y desvío la mirada a la ventana a mi lado. Ojalá pudiera sacarme todo esto de la cabeza, ojalá no fuera verdad. Me hiere en el ego, y lo peor es que afecta mis sentimientos. ¿Qué debo de hacer? Al principio fue solo un rumor, pero ya lo vi con mis propios ojos y me quedé callada, ¿qué debo de hacer a continuación?
Una mano sobre mi hombro me saca de mis pensamientos, mis vellos se crispan y asustada volteo a ver inmediatamente al responsable. Sin embargo de inmediato me tranquilizo, se trata de una de mis "amigas" dentro del equipo de porristas. Vanessa, una chica rubia, alta y delgada, estudia psicología en el salón de enfrente.
– Me pregunto si se trata del dichoso Dílan el causante de tus suspiros. –me dice con una ligera sonrisa burlona.
Le sonrío por cortesía, vaya que nunca tarda en venir a mi lado cada vez que puede, solo por la vendita fama que tengo, "la novia del líder de futbol americano", a veces llega a ser molesta, sin embargo no puedo evitar convivir con ella, después de todo entré a este círculo de tontería por ese bendito título. Le niego ligeramente.
– En realidad estaba pensando en mis tareas, no sé qué hacer. –contesto desinteresada.
Vanessa se ríe ligeramente y se sienta en el banco de la mesa de enfrente, recarga sus brazos con delicadeza sobre mi mesa para después comenzar a revisar mi cuaderno sin pedirme permiso.
– ¿Otra vez dejando muchas tareas ese viejo gruñón?
Niego presumiendo estar molesta, e indignada miro por la ventana.
– A este paso me convertiré en un libro.
Lo que más me molesta es tener que fingir mientras estoy aquí.
– Hay linda, en ese caso deberías planear escaparte. Este fin habrá una fiesta en la casa de Christine, ¿si irás verdad? Después de todo es tu mano derecha.
La miro interesada por sus palabras, Christine no me había dicho nada de eso, supongo que ya comenzó a hacer de las suyas desde aquel dichoso día.
– Claro, que sí, yo misma se lo propuse. Me compre un precioso vestido solo para la ocasión, pretendo ser la reina de la fiesta, después de todo ya tengo a mi rey.
La sonrisa de Vanessa se crispa por mi cometario, sin embargo parece ignorarlo, se levanta y coloca sus manos sobre su cintura.
– En ese caso me esforzaré también. ¿Quieres ir al comedor? Se me antojó un poco de ese rico guiso que hoy hicieron.
– ¿La señora Gladys se volvió a lucir? –pregunto curiosa.
– Dicen que mejoró su propia receta.
Suelto una ligera sonrisa y me levanto de mi asiento.
– En ese caso no me lo perderé.
Cierro mi libreta y tomo mi cartera de mi mochila. Camino junto a Vanessa y ambas dejamos el aula para dirigirnos al comedor. Andamos rápidamente por el pasillo lleno de estudiantes que juegan y corren.
– Espero que Jessy nos haya guardado unos lugares, no tengo ganas de abrirnos paso. –comenta Vanessa.
– No te preocupes, es posible que nos estén esperando.
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INSANE DESICION ©
Mystery / ThrillerTenía miedo, mi mente estaba al borde de la locura, mi tortuoso pecado seguía precionando sobre mis hombros como una enorme piedra aplastándome. ¿Había alguna forma de que mi mente se callara por un momento? ¿Podía ser feliz en lo que me restaba de...