A Jeffrey Woods, mejor conocido
como "Jeff el Asesino".21 de Diciembre de 2009.
Hola de nuevo, Jeff.
¿Te digo algo? Jamás pensé que ella llegaría a ocasionarme sensaciones y necesidades tan prohibidas para mí, situaciones que se me salen de control, como si estuviera dominado por alguna potente droga. Ella es peor que la más potente droga que alguna vez pudiera probar, es mi perdición y temo a que por mi estupidez llegue a perderla.
Sé que te has de preguntar qué quiero decir con todo esto, pero la verdad no creo que lo entiendas Jeff, porque no sé si alguna vez lo has sentido. ¿No sé si has llegado a sentir una necesidad tan fuerte que llega a descontrolarse? ¿Que lo único que deseas es seguir embriagándote con ella?
El remitente desconocido siempre acertó, ella, mi droga, la mujer que me descontrola ahora se ha convertido en mi perdición y lo he aceptado. El tenerla cerca sólo hace que reprima esas ganas de poder amarla como ahora deseo, no sé qué me pasa, jamás me había sucedido eso.
Y también por todo esto que te acabo de decir que tengo miedo, miedo a que por mi culpa le pase algo. El remitente desconocido siempre me lo ha estado advirtiendo y temo a que algún día sus predicciones se conviertan en realidad.
Por esto mismo me prohíbo mucho el dejarme llevar, a pesar de lo que decidí, tengo que retenerme. Tengo que encontrar una forma, para que ella no salga herida, para que no salga envuelta en todo esto, pues ella no tiene nada que ver y no lo merece.
Jeff, sé que eres mi verdugo, sé que sólo te estoy esperando para que acabes conmigo y te lleves mi vida, te la debo. Pero por favor, déjala a ella fuera de esto, tú me quieres a mí, no a ella, ella no sabe nada de esto y pretendo mantenerlo así. Por favor, comprende, es lo único que te pido, este sería mi último deseo: déjala vivir.
Lo lamento mucho, perdón.
Firmado: Keith.
ESTÁS LEYENDO
INSANE DESICION ©
Mystery / ThrillerTenía miedo, mi mente estaba al borde de la locura, mi tortuoso pecado seguía precionando sobre mis hombros como una enorme piedra aplastándome. ¿Había alguna forma de que mi mente se callara por un momento? ¿Podía ser feliz en lo que me restaba de...