INSANE DESICION ©

XXVII. REALIDAD

Les deseo un Feliz Año Nuevo.

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Hay una chica en una de las mesas, una fastidiosa y rubia chica que no ha dejado de mirarme desde que llegó, su sonrisa tonta me molesta, pero más su mirada, y lo peor es que tengo que atenderla. Demonios, que mala suerte tengo. Brad me deja el Absolut Blue Souvenir servido en una copa de champán y una cereza decorando el borde, yo lo coloco en la bandeja.

– Tu cara me dice que andas molesto.

Levanto la vista y le sonrío de mala gana.

– Es tedioso que te estén observando Brad, y peor si no tienen vergüenza.

Brad mira a mis espaldas y luego me observa sonriente y burlón.

– Lastima tío, a esa sexi chica la traes babeando. Yo si fuera tú, la aprovecharía... Parece una tigresa hambrienta.

– Da igual quién sea, no me interesa. Este cuerpecito nadie se lo gana tan fácil. –le guiño el ojo.

Brad suelta una corta carcajada y niega, luego me toma del hombro y me lo aprieta.

– Consígueme su número y te prometo que te la quito de encima esta tarde.

– Hecho. –contesto sonriente.

Brad me asiente y con sus ojos y cejas me señala que vaya a atenderla. Ahora más tranquilo me alejo y voy directo hacia la chica, conforme me acerco observo cómo me come con la mirada, llega hasta morderse el labio.

Unas ganas de salir huyendo me toman, sea como sea, es mi trabajo y esta no ha sido la primera vez. Bajo la mirada y con un profundo suspiro silencioso me tranquilizo. Llego a la mesa y pongo la bebida sobre esta.

– Aquí tiene. –digo por costumbre.

– Gracias. –me responde.

Un tic en mi ojo. Su voz es realmente chillona y molesta. La miro para no parecer maleducado y le afirmo con una ligera sonrisa. Un cliente es un cliente después de todo y te aguantas.

– ¿Algo más? –le pregunto tenso.

La chica me sonríe y me guiña el ojo. Paso saliva discretamente, esta chica me da desconfianza. Le veo sacar una tarjeta de su bolsa y la mete en uno de mis bolsillos bajo el mandil.

– Te lo haré saber, amor. –dice por fin.

Le afirmo y de inmediato me alejo de ella. Cuando apenas estoy sintiendo que vuelvo a respirar me toman del brazo deteniéndome.

– Espera, ahora quiero algo más.

¡Demonios!

Volteo a verla con una sonrisa, o con lo que puedo hacer parecer una sonrisa. ¡Esta chica me da repulsión!

– ¿S-Sí?

Ella sonríe más. Error, mis nervios me fallaron haciéndome ver débil y de eso ella se aprovechará. La mujer coqueteando se me acerca hasta pegarse a mi brazo. Su aliento a tabaco y alcohol hace que desvíe la mirada asqueado.

– Sígueme.

Impresionado la chica tira de mí y casi a rastras me lleva a la puerta. Miro asustado a Brad pidiéndole ayuda, él sólo se ríe y niega incrédulo, ahora sé que debo de arreglármelas solo. ¡Maldita sea!

Salimos del local, la luz potente del sol da directo en mis ojos y con mi mano restante me los tapo de inmediato. Mientras la chica me lleva a no sé dónde parpadeo varias veces tratando de recuperar la visión. Doblamos en una esquina y la sombra de algún edificio nos toma. Luego siento como ella estampa mi espalda contra una dura pared, es entonces que recupero la vista.