(-----AVISO: Este capítulo contiene escenas de sexo explícitas. Se recomienda discreción. Buen provecho.-----)
Me despido con un saludo del señor Banner y entro finalmente al elevador. Pulso el botón del último piso y las puertas se cierran aislándome del exterior. La sacudida repentina me pone los pelos en punta. Enserio que una de las cosas que menos me gustaría que me pasaran es quedarme atrapado en esta máquina. A decir verdad la única razón por la que decidí entrar aquí fue para pensar, el silencio ayuda bastante.
Retrocedo y con cansancio me recargo contra la metálica pared. Meto mis manos en los bolsillos delanteros de mi pantalón y recargo mi cabeza observando el techo del elevador. Un profundo suspiro se escapa por mi nariz. La verdad no sé si estoy haciendo bien, no debería meter a inocentes en este maldito asunto, pero creo que tener alguien que sepa más o menos lo que ocurre es lo mejor, necesito a alguien de mi lado.
Paso saliva. Aún recuerdo la cara de preocupación del viejo James. No le dije mucho al respecto, sin embargo sí le comenté que tendría que irme esta noche a terminar con un asunto de una vez por todas. Sabiendo mi pasado no dudo que asumió rápidamente qué tipo de asunto me refería. "Por favor cuida de Sam en mi ausencia, no sé cuándo vuelva", le dije casi rogando.
Aprieto la mandíbula y cierro los ojos. Tengo miedo, sinceramente, en lo más profundo de mi ser tengo miedo sobre el rumbo que tomen las cosas a partir de ahora. Lo único que me tranquiliza es que Sam ya puede valerse por sí misma. Hace más de tres semanas que le retiraron las puntadas y anda de arriba para abajo como si nada le hubiera ocurrido.
Sonrío de mala gana y niego. ¿Qué pensará ella mañana? Posiblemente no me encontrará en casa. Esa gente no me dejará ir hasta tener lo que quieren. Espero que esté bien, Sam no sabe nada del sobre que rompí, pero sabe perfectamente en lo que ambos estamos metidos, no puede tomarse una salida a la ligera. Lo bueno es que los únicos que pueden entrar a mi apartamento son el viejo James Banner, Sam y yo.
Además de tu amiguito...
Cierto. Fue muy difícil explicarle mi situación sin involucrarlo demasiado aquella vez, pero le di algunos consejos y datos que debía de tomar en cuenta por si cualquier cosa ocurría. Solo necesito que esté al pendiente de Sam por si algo le llegara a pasar. Y lo más importante, que mantenga viva esa esperanza hasta que regrese. No debe de dejarla sola. Sam a veces toma decisiones arriesgadas que pueden ponerla en peligro.
¿Confías en él, Keith?...
Suspiro profundamente. Pues tengo que, es la única persona que se ha quedado callada cuando se lo pedí y me ha ayudado en apuros. Sin saberlo me ha apoyado bastante. Espero esté preparado y cumpla con su promesa.
El elevador se detiene y un timbre suena antes de abrirse las puertas, he llegado a mi destino. Con un leve empujón me alejo de la pared y salgo del elevador caminando sin apuros. Observo los pasillos, siguen igual de solitarios como siempre. Mi mirada se dirige por un momento hacia las escaleras. No puedo evitar sonreír con melancolía. Espero volver a subirlas muchas veces más.
Avanzo con dirección hacia mi apartamento al final del pasillo. Por otro lado me pregunto si alguno de los homicidas que me persiguen ya se habrán dado cuenta de lo que ocurre, cualquiera que haya leído la carta que dejé sabrá que algo no muy lindo va a pasar pronto, deberían de estarme vigilando a la espera. Llego a mi apartamento y me detengo un momento mientras saco la llave y abro.
Sin muchas ganas entro y cierro la puerta detrás de mi, de inmediato le coloco seguro. Suelto un profundo suspiro silencioso. Sinceramente no sé si estoy preparado para todo lo que vendrá, ojalá no tuviera que pasar por todas estas cosas. Dejo mi casco sobre la repisa al lado de la puerta y observo el pasillo. La luz de la sala está encendida, pero el apartamento está en completo silencio. Frunzo el ceño. Me pregunto si Sam habrá salido, ya es noche, ¿no debería de estar aquí? Siempre que llego escucho música en su habitación o la veo viendo televisión o leyendo libros.
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INSANE DESICION ©
Mystery / ThrillerTenía miedo, mi mente estaba al borde de la locura, mi tortuoso pecado seguía precionando sobre mis hombros como una enorme piedra aplastándome. ¿Había alguna forma de que mi mente se callara por un momento? ¿Podía ser feliz en lo que me restaba de...