Me dejo caer sobre mi cama totalmente rendido. ¿Por qué las clases de medicina tienen que ser tan intensas? Enserio que me preocupa no poder llenar las expectativas de mamá, no sé si pueda lograr ser tan genial como ella.
Suelto un quejido de cansancio y giro sobre mi cuerpo para poder ver el techo de mi habitación. Mamá siempre me dijo que tenía talento para el campo de la medicina, ella lo descubrió cuando tenía ocho años, me encontró leyendo uno de sus libros sobre anatomía el cual saque de su gran librero personal, fue entonces que notó mi gran interés gracias a las incesantes preguntas que le hice después.
Debo admitir que siempre me llamó la atención el cuerpo humano, su composición y funcionamiento. Actualmente soy uno de los mejores alumnos de mi salón en la universidad, los profesores me tienen mucho aprecio pero no tengo tantos amigos como quisiera, siempre noté recelos por parte de la gran mayoría en cada escuela a la que fui. A esta edad ya no debería importarme, pero jamás dejé de pensar si era yo quien causaba eso o solo era parte de lo que llaman "rechazo por destacar sobre el rebaño común".
Suspiro y me rasco la cabeza intentando dejar de lado el estrés que me causa pensar todo eso. Maldita sea, solo quiero poder vivir una vida buena, como lo ha hecho mi mamá a pesar de haberse convertido en una mujer abandonada por su propio esposo y con un hijo pequeño a su cuidado. Gruño de molestia al recordar el rostro del hombre al que una vez consideré mi padre. ¿En qué demonios pensaba ese señor cuando abandonó a mi madre?
Mi mente se queda en blanco por unos instantes pensando en las posibles razones que pudo tener, justo como lo hice muchas veces en el pasado, pero al final desisto y lo dejo ir nuevamente. Mamá es joven, hermosa, delgada, carismática y tiene mucho dinero, es lo que llamarían "una mujer empoderada e independiente", ¿qué razones podría haber detrás? Recuerdo que discutían mucho, tal vez simplemente no se amaban de verdad, tal vez llegué a este mundo en el momento incorrecto.
Niego repetidamente y me doy palmadas sobre mis mejillas para alejar inmediatamente esos pensamientos bochornosos. Vamos Jonathan, eres un West, tienes sangre fuerte, no te dejes llevar por simples pensamientos depresivos de la juventud. Aún me queda mucho por experimentar y vivir, mamá pasó peores cosas y gracias a eso ahora vivo en comodidad, no puedo defraudarla.
Me estiro sobre la cama alcanzando la mochila a mi lado y busco mi celular dentro de ella, cuando lo encuentro lo saco y reviso la hora. Suelto un suspiro, ya debería de prepararme para ir al trabajo, hoy toca el turno de la tarde. Muy bien, arriba Jace. Suelto mi celular dejándolo caer sobre la cama y con un impulso me levanto y camino hasta el closet. Busco rápidamente la ropa de trabajo.
Sé muy bien que no tengo necesidad de trabajar, mamá me da todo lo que necesito y quiero, así que bien podría simplemente dejarlo si quisiera, sin embargo, quiero demostrarme a mí mismo que puedo hacerlo, que no soy como los demás. Estudiar y trabajar a la vez jamás ha sido fácil, pero quiero superarme, no quiero ser un niño mimado ni estar protegido por el dinero.
No sé por qué pero quiero saber lo que se siente, sentir el cansancio en mis huesos y conocer más allá de lo que la alta sociedad ve, sentir lo que mi madre tuvo que pasar cuando era más joven. Sonrío. Después de todo, una vez en el quirófano no importa el estatus social que tenga el paciente, no importa el dinero, simplemente salvar su vida, ¿no mamá? Ella me apoyó en esta decisión, estoy seguro que sabe cómo me siento.
Mi celular suena sobre la cama encendiendo la pantalla, lo miro de reojo con curiosidad. ¿Quién será? Termino de cambiarme y me acerco a la cama, luego agarro el dispositivo. Sonrío ligeramente mientras leo el contenido del mensaje que llegó. Ese tonto como siempre intentando hacerme sentir inferior, sin embargo, no puedo negar que llega a imponer, debería agradecerle más seguido por todo lo que me ha enseñado, no habría sobrevivido al trabajo de no ser por él.
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INSANE DESICION ©
Mystery / ThrillerTenía miedo, mi mente estaba al borde de la locura, mi tortuoso pecado seguía precionando sobre mis hombros como una enorme piedra aplastándome. ¿Había alguna forma de que mi mente se callara por un momento? ¿Podía ser feliz en lo que me restaba de...