Ya es de noche. Cierro la puerta con seguro y me dirijo a mi habitación en medio de la oscuridad de la casa. Tengo que contactar de inmediato a mi ama, tenemos que saber a dónde carajos se llevaron a Keith. Sonrío ligeramente. Mi ama estará muy feliz al saber que encontré al conejo que se nos escapó, no debo desperdiciar más tiempo.
Suelto un suspiro de cansancio y llego a mi habitación. Abro la puerta, mi cama me recibe como siempre. La casa está muy silenciosa, me pregunto si mi ama estará por aquí. Hago una mueca de asco y cierro la puerta. Me da repulsión pensar que llamo a esa homicida "mi ama", si tan solo hubiera una pequeña posibilidad de escapar de ella sería muy feliz. Sin embargo mi vida está aquí, en esta casa que mi ex familia me dejó, pues estaba claro que unos padres no pueden desheredar a una hija por completo, deben de darle necesariamente algo debido a la conexión familiar. Las leyes son increíblemente gratas.
Camino hasta mi cama y me siento, tallo mi cuello por el cansancio y suelto un suspiro. Mi mirada se queda en el vacío por un momento mientras pienso lo sola que me siento en esta casa de cuatro habitaciones. Tal vez, después de todo, Janís me ha hecho un favor al llegar a mi vida. Observo mis manos. Sé lo que he llegado a cometer, sin embargo, ella me ha enseñado a ser diferente, más fuerte que otros, más valiente, más inteligente. Su presencia es molesta y me ha llegado a lastimar para corregir mis errores, sin embargo nunca se ha atrevido asesinarme porque sí, aún sigo aquí, respirando, sintiendo, viviendo.
Niego repetidamente apartando esas tontas ideas. Es estúpido pensar que un demonio pueda ser un aliado, no debo confiar en ella ni en lo más mínimo. Me levanto de la cama y me desvisto rápidamente tirando la ropa al suelo. Desnuda me acerco al ropero y lo abro. Suelto un suspiro antes de sacar del compartimento mi traje de asesina. No lo entiendo y estoy segura que seguiré sin entenderlo durante toda mi vida. No sé por qué tuvo que sucederme esto a mí, tal vez la desgracia me cayó desde que fui raptada aquella noche, todo hubiera cambiado si le hubiera hecho caso a mi chofer y me hubiera ido con él.
Me visto rápidamente con aquellas ropas negras y una vez lista me coloco las armas en sus respectivas fundas. Estoy cansada de todo esto, pero debo de seguir si quiero vivir. Cierro el compartimento y luego cierro el armario. Ahora tengo que encontrar a mi ama, hay pocos lugares donde podría encontrarla en esta ciudad de la muerte.
Suspiro y miro la hora que mi reloj de mano marca, la hora está por completarse. Sonrío abiertamente. Lo sabía, ella no tiene el suficiente valor para dar su vida por Keith, es una cobarde como el resto de las personas que dicen amar a alguien, solo mienten.
Es tan lamentable, yo creía que ella era diferente, que era como mi difunta amada, pero solo es una niña con las hormonas alborotadas. Jalo la manga de mi chaqueta ocultando mi reloj y meto mis manos en mis bolsillos delanteros. Camino hacia la salida del callejón.
Si tan solo me hubiera demostrado el valor que tiene, su sangre habría incrementado de exquisitez, sería alguien a quien respetar y hasta me encantaría protegerla, una mujer con esa valentía es única, invaluable, mis respetos más sinceros serían merecedores.
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INSANE DESICION ©
Mystery / ThrillerTenía miedo, mi mente estaba al borde de la locura, mi tortuoso pecado seguía precionando sobre mis hombros como una enorme piedra aplastándome. ¿Había alguna forma de que mi mente se callara por un momento? ¿Podía ser feliz en lo que me restaba de...