A Jeffrey Woods, mejor conocido
como "Jeff el Asesino".08 de Mayo de 2008.
Hola, Jeff.
Bueno, he vuelto... Supongo que debo de seguir contándote ¿no?... Entonces continuaré...
El oficial de policía aventó la carpeta cerrada con los papeles de arresto e información privada en su interior junto a mí. Yo los miré de reojo, pasé saliva, sentía un hueco en mi interior, me sentía derrotado, me sentía solo.
<< "Tiene el derecho a guardar silencio. Cualquier cosa que diga puede y será usada en su contra en un tribunal de justicia. Tiene el derecho de hablar con un abogado. Si no puede pagar un abogado, se le asignará uno de oficio. ¿Le han quedado claro los derechos previamente mencionados, jovencito Karah?" >>
Después de escuchar la típica "Advertencia Miranda", yo sonreí con incredulidad y bufé burlándome, pero eso le enojó mucho al oficial. Él se me acercó y con su mano me tomó con fuerza de la parte trasera de mi cuello, haciendo que me quejara y levantara los hombros.
<< "Mira mocoso, ¿crees que esto es un juego? ¡No lo es! Gracias a su chistecito casi matan a un jovencito y la señorita Jane salió herida. Además, tus dos amiguitos murieron por ello. Así que no, ¡esto no es gracioso! Deja de comportarte como un tonto y hazte responsable de tus actos." >>
El oficial me soltó con brusquedad, tomó la carpeta con los papeles y se fue dando un portazo. Yo me enfadé conmigo mismo, pues el recuerdo de cómo murieron Randy y Troy me dolía mucho. Te odié en ese momento Jeff, te odié no sabes cuánto, quería ir a por ti y matarte con mis propias manos, el odio me cegaba totalmente y no me dejaba pensar.
Lo siguiente que hice fue acostarme sobre la camilla, juré que cuando saliera de prisión iría a por ti Jeff, lo juré, pero ese juramento se rompió después. El dolor en mi cuello continuó por minutos, pero aún así traté de dormir, me sentía cansado y enfadado con todo el mundo...
Me sentía así, pensé todo eso... Pero ya no, ya no soy el mismo, y ya no quiero ser como era antes, por eso mismo te pido disculpas Jeff, por eso mismo ahora quiero ayudarte, porque sé lo que sentiste, sé lo que pudiste pensar... Sólo... por favor, dame una oportunidad... Lo siento mucho.
Firmado: Keith.
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INSANE DESICION ©
Gizem / GerilimTenía miedo, mi mente estaba al borde de la locura, mi tortuoso pecado seguía precionando sobre mis hombros como una enorme piedra aplastándome. ¿Había alguna forma de que mi mente se callara por un momento? ¿Podía ser feliz en lo que me restaba de...