LXXI

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Gilbert:

Habían pasado dos semanas desde mi regreso a Avonlea, y sin duda alguna habían sido unas semanas muy difíciles.

Entre todas las obligaciones que teníamos con Bash, la más importante era echar a andar la fábrica antes de la primavera. Necesitábamos con urgencia la cosecha de otoño, para poder sobrevivir el año siguiente, y aunque nunca quise ser granjero y nunca aprendí mucho del tema, entre Bash y yo, el que más sabía de granjas y plantas, era yo.

Nos habíamos pasado las dos semanas que llevábamos en Avonlea, comprando, sembrando manzanos y arreglando algunas cercas de la granja. Estábamos completamente agotados, ambos, pero Bash tenía una gran ventaja, no debía ir a clases, o para ser más específico: no debía soportar al imbécil de Royal Gardner.

Debo ser sincero, la primera vez que lo vi, pensé que era como un personaje, que fingía su cara de odio hacia mí, como lo hacía con el resto de la sociedad; es más, si soy 100% sincero, pensé que en algún minuto me "aceptaría" dentro de "su" grupo, lo cual me parece verdaderamente ridículo si pensamos que yo estaba ahí antes que él; y que, finalmente, seríamos buenos amigos, podríamos ir de fiesta todos juntos y ambos íbamos a cuidar del grupo como buenos chicos responsables y dos años mayor que los demás. Pero no...

Todo empeoró el día que hicimos la junta en la casa de Ruby, hasta antes de ese día, él me caía relativamente aceptable. Evitaba cruzar miradas con él, porque siempre que eso pasaba, sentía que me estaba desafiando, que me estaba retando a un duelo, y yo, claramente, no lo iba a dejar jugar solo. Pero bueno, fuera de eso, y de que me hervía la sangre cuando, cada vez que yo estaba con Anne, él se ponía al medio de los dos y comenzaba a darle besos en la mejilla o hacerle cosquillas... Agh, bueno, fuera de eso, entre los dos, no habían más problemas. Pero esa tarde, todo cambió, mi percepción completa sobre él, dio un giro de 160 grados...

Todo iba normal, perfecto, la junta estaba tranquila, todos estábamos en paz (si es que quitamos que su hermana, Dorothy, no me dirigía la palabra ni para decirme "hola"). Dorothy nos había avisado que su hermano iba a llegar tarde porque tenía una junta con sus amigos antes, y así fue, Roy llegó a eso de las 9:30pm, cuando llegó, nos saludó a todos, incluso a mí, me dio la mano cortésmente; gracias a eso, pude percatarme que estaba ebrio, Royal Gardner jamás me daría la mano estando sobrio.

Luego de que saludó a todo el mundo efusivamente, y a mí parecer, de manera demasiado cariñosa para ser Roy, se puso a llorar, en el hombro de Anne. Nadie entendió muy bien por qué, simplemente se puso a llorar con tanta pena, que nadie le preguntó nada. Después de eso, lo dejamos dormir. Anne lo dejó sentado en una silla, y se acercó a mí...

- ¿Crees que vomite? - me preguntó afligida mientras se sentaba a mi lado, apoyando su cabeza contra mi hombro con delicadeza, sobre el pasto.
- No, no lo creo... - dije con suavidad mientras le acariciaba su mano - estará bien, zanahoria, estoy seguro... - le sonreí y besé su mano con suavidad.

Anne se sentó derecha, me miró directamente a los ojos y me sonrió de esa forma que lograba derretirme.

Estábamos alejados del grupo, los demás estaban como a 10 metros de nosotros, alrededor de la fogata, cantando canciones de One direction, mientras Luke tocaba la guitarra animadamente.

Miré a Anne en las penumbras, y sin poder evitarlo, me mordí mi labio inferior. Se veía verdaderamente hermosa a la luz de la luna...

Anne me miraba atentamente, como si quisiera guardarse cada detalle de mi en su memoria. Agarré su mano con lentitud, la acaricié con suavidad y me aproximé un poco más a ella. Anne carraspeó su garganta con nerviosismo y elevó sus ojos al cielo. Esa imagen, simplemente, me enamoró otra vez de ella.

Anne with an E | siglo XXIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora