LXXV

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Anne:

Finalmente, la navidad había llegado a la isla del príncipe Eduardo, y pese a que llevaba dos días castigada en Green Gables, mi espíritu navideño estaba totalmente enloquecido, y la felicidad reinaba en mi espíritu...

Había horneado y glaseado galletas de jengibre, había decorado toda la casa con luces navideñas, había colgado las botas para los bastones de caramelo y también había acomodado, meticulosamente, todos los regalos que estaban debajo del árbol. Había ordenado mi cuarto y me había leído un libro en una tarde.

- y yo que pensaba que castigándote con no salir de casa, te iba a aburrir - dijo Marilla mientras preparaba el pavo para la cena de víspera de navidad.
- Oh no, Marilla- reí con suavidad - siempre intento verle el lado bueno a las cosas, sobre todo, a situaciones como esta... - terminé de glasear una galleta y sonreí - siento que hice algo justo, y esa satisfacción nunca se irá de aquí - me toqué mi pecho con mi mano libre y Marilla se volteó a verme - mira, le hice botoncitos de gomita, como el de Shrek... - le sonreí y Marilla puso los ojos en blanco.
- El que hayas hecho algo muy noble y justo, no quita el que nos hayas desobedecido, Anne - miré hacia abajo - fuiste a Charlottetown sin autorización de tus padres, y eso estuvo mal - asentí en silencio - además, desafiaste al director, y aunque todo salió bien y actuaste "correctamente", pudo haber salido mal... - asentí con suavidad y mantuve mi mirada baja - debo enseñarte a ser consecuente, me lo agradecerás cuando seas mayor... - tomó la charola con el pavo y la metió al horno - serían 3, 4, 5 horas y media...- dijo calculando el tiempo de cocción - son las 3:10... Perfecto, estará a tiempo para cuando lleguen las visitas.
- ¿Visitas? - pregunté confundida - ¿Jerry vuelve hoy? - pregunté emocionada.
- No, querida... - Marilla de limpió las manos con un trapo de cocina - invité a Gilbert Blythe y su amigo, a pasar la navidad aquí... Supe que no iban a poder ir a Alberta, y que iban a estar solos... - yo asentí feliz - y además, su amigo es nuevo en Avonlea, no sería malo darle una buena bienvenida - asentí nuevamente y seguí decorado los galletas - Y bueno, también lo hice por ti- levanté mi cabeza y la miré con curiosidad- te he visto un poco decaída por la ausencia de Jerry, y pensé que quizás sería bueno que pasaras tu navidad con un amigo, Rachel dice que tú y Gilbert son muy cercanos... - dijo en un tono bajito de confidencialidad, que logró apretarme el estómago.

"Oh no, no, no, no... Llegó el momento de ✨la charla✨, creo que hay que correr..."

- Oh dios mío - dije mientras me levantaba de mi asiento dramáticamente - ¡Dejé a Orgullo y prejuicio sueltas hoy en la mañana! - salí corriendo de casa.

En el camino me puse mi abrigo y mi bufanda. Me encaminé a mi lugar secreto en Green Gables; me di cuenta de que Matthew estaba en el granero, intenté pasar desapercibida, pero él me notó cuando estaba subiendo por la escalera de madera al segundo piso.

- Siempre creí que el granero era un buen lugar para esconderse - dijo Matthew sentándose a mi lado - ¿Qué te sacó de casa de esa... esa forma Anne? - preguntó medio riendo mientras se acomodaba sus guantes negros.
-Marilla... - dije con suavidad mientras retomaba mi respiración normal - quería hablar de chicos conmigo... - me sonrojé levemente.
-Oh... Hmmm, ya veo - dijo con su habitual tranquilidad - ¿Quería hablar de Gilbert Blythe? - me preguntó con una sonrisa cómplice en los labios.
- algo así - me encogí de hombros y miré mis manos - la señora Rachel le dijo que éramos muy cercanos y...
- sugirió algo más...- terminó mi frase y yo asentí. -Es Rachel Lynde, siempre exagera todo - rió con fuerza y yo lo seguí. No sabía si está vez la señora Rachel estaba exagerando, pero sí se me hacía muy incómodo que le contara esas cosas a Marilla- y ese algo más ¿Es verdad? ¿O solo son amigos? - me sonrió transmitiéndome confianza.

Lo miré unos instantes y procese su pregunta.

"¿Qué somos Gilbert Blythe y yo?" Pensé con algo de temor, porque no tenía la certeza de tener una respuesta correcta...

Anne with an E | siglo XXIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora