XXIII

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Anne:

Regresamos a la escuela luego de esa agradable comida juntos en aquel restaurante mágico y apartado de Avonlea.
Gilbert parecía bastante feliz, y claro que lo hubiera acompañado en su felicidad, si no me hubiese tenido tan preocupada el próximo día de escuela.

Estaba segura que Josie iba a bromear respecto a lo sucedido aquel día entre Gilbert y yo, estaba segura que todo el salón se reiría de aquel beso, estaba segura que Marilla tarde o temprano se enteraría de todo, y me regañaría... Ya podía oír sus gritos...

- ¿Anne? - miré a Gilbert, quien me miraba confundido (como siempre)- te he preguntado algo... ¿Todo está bien?

Lo miré nerviosa y mordí mi labio, no le había puesto atención a ni una sola palabra que había salido de la boca de Blythe...

- y-yo... Yo, perdón... Estaba, pensando...- reí - ¿Me podrías repetir tu pregunta? - le sonreí sonrojada.

Gilbert me sonrió y se acomodó sobre su asiento y miró hacia el frente.
- te había preguntado, zanahoria... ¿A qué hora comienza tu tan fabuloso y muy divertido taller de teatro? - rió.
- a las 3, creo...- miré la hora en mi móvil- Oh, no, no, no, no, no...- eran las 3:10.
- ¿Qué pasa? - me preguntó Blythe mientras veía como yo me ponía de pie y caminaba por el pasillo del autobús.
- vamos 10 minutos tarde, Blythe...- le dije mientras esperaba que el bus se detuviera afuera de la escuela para correr hacia el taller.
- ¿10 minutos? - preguntó confundido, moviendo sus cejas.- pero si... Oh dios, es verdad.- dijo luego de mirar la hora.- vamos a tener que correr zanahoria...
- eso creo...- reí.

El autobús se detuvo, y antes de que siquiera pudiera empezar a caminar, Blythe me dijo.
- ¿Unas carreritas?

Lo miré con una sonrisa en los labios y ambos salimos disparados hacia la puerta del instituto. Los pasillos estaban desiertos, la mayoría de los estudiantes ya se habían ido a sus hogares, Blythe corría adelante de mí, y yo intentaba alcanzarlo, pero era demasiado rápido...

Blythe dobló en una esquina, la cuál estaba completamente equivocada de dirección con el taller de teatro. Me detuve confundida...
- ¿Qué demoni...?

No alcancé a terminar mi frase, ya que la puerta que estaba a mis espaldas, se abrió y una mano me jaló hacia dentro. Era la sala de música.

Gilbert me sonrió ampliamente, y puso con delicadeza una de sus manos sobre mi boca.
- antes de que me grites, o me mates por hacerte llegar tarde a tu tan preciado taller de teatro, quiero decirte que... ¿10 minutos? ¿15 minutos? Pues si ya vas llegando tarde, no habrá diferencia si son 5 minutos más o menos...

Volteé mis ojos y él separó con lentitud su mano de mi boca, se aproximó más hacia mí, con lentitud.
- así que vas a tomar como costumbre jalarme hasta está abandonada sala, cada vez que quieras besarme...- reí.
- si esto te ahorra incomodidades, sí...- me acarició un mechón de cabello con lentitud, para luego acomodarlo detrás de mi oreja. - Anne, sé que lo de hoy... De cierta forma, te hizo sentir incómoda, y te pido perdón por eso... No sé volverá a repetir, al menos, no cuando los chicos estén aquí...

Le sonreí y le acaricié el mentón con suavidad.
- oh Blythe...- le sonreí- eres todo un caballero...- acaricié su barbilla. - gracias.

Blythe me sonrió y besó mi mejilla con suavidad, yo uní mis manos detrás de su cuello y él pasó de mi mejilla a mis labios con lentitud.
- ¿Puedo, zanahoria? - me dijo susurrando sobre mis labios, con una sonrisa que casi me derrite.
- claro que puedes, Blythe.

Blythe me dio un beso suave, intenso y muy lento. La sonrisa no se podía borrar de mis labios... Besarlo eran los momentos más mágicos de todo el día...

Anne with an E | siglo XXIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora