Anne with an E | siglo XXI

XXVIII

Anne:

Después de ese día, de ese fatídico día en el que me enteré que Gilbert Blythe, el chico que me había besado, que me había agarrado de la mano delante de todo el santo instituto, y que se había agarrado a golpes con Billy por defenderme hace tan solo 1 mes, al fin y al cabo, siempre había pasado de mí, tal como lo hizo cuando nos comenzábamos a conocer.

O al menos así lo sentía, se sentía igual a como cuando había chocado con él, me había mirado de pies a cabeza y me había esquivado, era la misma sensación... Solo que constante, todo el día... Estaba instaurada en mi pecho, en mi alma...

Blythe no había dado señales de vida desde hace casi un mes. Se había ido de Avonlea hace 1 semana, 4 días y contando...

Lo extrañaba más de lo que me gustaba, Diana me decía que era sumamente normal que lo extrañara muchísimo, ya que según ella, ambos éramos como pan y mantequilla, totalmente inseparables. Cole me decía que debía ser fuerte, distraerme con otras cosas, y que poco a poco, lo iba a extrañar menos.

Y eso hice...

Con ayuda de Diana y Cole, nos empecinamos en la obra de navidad que estaba a menos de 1 semana de llegar. Nos encargamos del ballet, Cole de la escenografía completa y Diana se encargó en la totalidad del maquillaje, prácticamente éramos los jefes de todos, a los que la señora Rachel recurría cada tarde para saber cómo iba el tema de la obra.

Además de la obra, los tres nos hicimos directiva del curso, yo me hice la presidenta, Diana se hizo la tesorera y Cole era quien anotaba todo, es decir, era una especie de secretario, o como decía él, un "secretario sexy".

Esa tarde, estábamos saliendo del instituto luego de una extensa reunión con Mr. Philips, quien nos había pedido los balances antes de las vacaciones de navidad.

Diana traía todo el dinero del curso consigo, y decía cada 3 minutos que le daba pavor perder un solo dólar de aquel fondo. Cole, le decía que era una dramática, y que probablemente una de sus mesadas, era el triple que todo lo que había dentro de su bolso.

- ¡Oh vamos Di! - dijo medio riendo - si quisieras, podrías invitarnos a cenar en el restaurante más fino de toda Avonlea con ese dinero, y tu padre lo repondría a penas llegaras a tu casa...

- es probable - dijo mientras miraba el bolsillo donde guardaba todo el dinero con una sonrisa ladeada - ¿Y si en vez de invitarlos a cenar, los invito a una maravillosa tarde de manicure y cuidado capilar? - posé mis ojos en ella y la miré un tanto confundida- mis uñas acrílicas están gastadas, Cole necesita urgente una manicure y Anne, podría hacerse un cambio de look... ¿Qué dicen?

Miré a Cole, confundida, él me miró sumamente emocionado y feliz, aplaudió mientras daba pequeños saltitos, como si fuese un niño pequeño.
- ¡Vamos Anne! ¡Di que si! - dijo Cole mientras me agarraba una de mis manos y me jalaba hasta el borde de la vereda. - ¡Diana dijo que iba a pagar todo!

Diana asintió efusivamente y me sonrió, tranquilizándome.
- todo estará bien, Anne... Además, los cambios de look hacen bien para dejar cositas malas atrás... Podrías cerrar el ciclo de Blythe. Quizás un corte de cabello nuevo te da el empujón que necesitas para olvidarlo...

Sonreí con tristeza y asentí en silencio. "Ojalá olvidarlo fuera tan fácil como cortarme el cabello..." pensé con algo de melancolía. Gilbert Blythe era probablemente algo que me iba a doler, toda la vida.

Cole nos agarró a ambas de la mano, y nos ayudó a cruzar la calle, corriendo. Entramos al salón de belleza entre risas, habían 3 señoras, con unos uniformes rosado pastel, quienes nos miraron sonriendo y se aproximaron a nosotros.