Anne with an E | siglo XXI

LIII

Gilbert:

La paz se podía sentir en cada rincón de la casa, el aire ya no estaba tan tenso como antes, todos funcionaban como un engranaje... Perfectamente sincronizados.

Luego de la noche de año nuevo, tía Juliet volvió a la casa. Paul era el chico más feliz del mundo, tío Walter estaba radiante, y Freddie, si bien no había hecho las pases con ella en un 100%, esta semana habían mantenido una relación bastante civilizada; todavía no le decía mamá, pero la respetaba y eso era lo importante.

Todo era tranquilidad, la verdad era que la presencia de tía Juliet en la casa, aliviaba mucho la tensión que existía, de una u otra forma, entre mis primos y tío Walter. Tía Juliet era casi una madre para mí, desde que tengo memoria, ella me había cuidado y abrazado cuando me sentía cansado o triste, y tenerla cerca, me hacía sentir mucho más relajado y tranquilo, ya me estaba comenzando a sentir como en mi hogar.

Esa primera semana del año, había estado mucho mejor de lo que esperaba, no habían habido peleas, mucho menos gritos. Nos despertábamos temprano por las mañanas, tía Juliet, en compañía de mi tío, preparaban el desayuno, luego, comíamos y nos disponíamos a hacer algo juntos, Tía Juliet siempre tenía una idea, siempre tenía un plan, los días a su lado estaban totalmente llenos de aventuras y risas. Habían días en los que nos íbamos al centro comercial, o al cine, o al parque a patinar en hielo, uno de esos días, mis primos me enseñaron a jugar hockey sobre hielo, y fue lo mejor de la vida. Regresábamos a casa a eso de las 5pm, preparábamos chocolate caliente, y nos sentábamos en el sofá, todos reunidos, a ver una película o simplemente a charlar. Luego, mis tíos salían al jardín, a pasear, y con mis primos nos disponíamos a conversar sobre diversos temas, tales como "el amor".

- Anne se encontró con el bolas mocosas...- dije mientras dejaba mi tazón de chocolate caliente sobre la mesa de centro y tomaba el mando de la xbox para comenzar a jugar call of duty.
- ¿Qué? ¿Cuándo? - preguntó Freddie atónito, acomodando su taza al lado de la mía.
- En la fiesta de Josie... - suspiré - al parecer el chico se llama Roy, Royal Gardner... - puse cara de asco - ¿Quién demonios se llama Royal en el siglo 21?

Mis primos rieron fuerte y claro, Paul bebió un largo trago de chocolate caliente.

- Gardner... - dijo Paul riendo - su apellido suena a "jardín" - Freddie soltó una carcajada y asintió efusivamente.
- toda la razón, Royal Garden - Dijo Freddie entre carcajadas. - Royal jardín... Aunque debo admitir - su risa se detuvo un poco - que para mí siempre será el "bolas mocosas".

Todos asentimos, confirmando completamente la frase de Freddie. Aquel chico siempre iba a ser el "bolas mocosas".

Al día siguiente era mi primer día de clases y de trabajo en el hospital, decir que estaba ansioso era poco en comparación a como me sentía verdaderamente esa noche; me sentía "eufórico", como habría dicho mi adorada Zanahoria en aquel momento.

Esa noche nos fuimos a acostar relativamente temprano, aunque yo ya había dormido una pequeña siesta a eso de las 8pm, un poco antes de la cena y de que Anne me llamara para contarme sobre lo sucedido con el bolas mocosas la noche anterior; no tenía casi nada de sueño, sentía mi estómago en mi garganta y el insomnio ya me había dominado. Luego de jugar call of duty con los chicos, y de charlar un buen rato más, nos decidimos por ir a dormir. Y ahí me tenían, a las 00:00 horas, mirando el techo detenidamente, pese a que mi habitación estaba en penumbras, completamente perdido en mis pensamientos, soñando.

Me volteé en la cama y miré hacia la ventana, las cortinas de color rojo sangre tapaban muy bien la luz y el frío, pero, por un pequeño espacio entre ambas cortinas, se podía apreciar claramente como la blanca nieve caía a cantidades estratosféricas. Miré algo preocupado lo poco que podía apreciar del paisaje de Alberta y suspiré, esperaba de todo corazón que el día siguiente no fuera tan frío, y que si era posible, no hubiera un metro de nieve en las calles.