Anne with an E | siglo XXI

LXXIII

Anne:

En la mente de Anne...

- esto es malo, muy muy muy malo... Esto es pésimo... - decía mi conciencia en mi mente, totalmente escandalizada.
- Qué exagerada, no es para tanto... Hemos hecho cosas peores... - decía mi rebeldía - ¿No recuerdas esa vez cuando huímos del orfanato...?
- ¿Y nos metimos a un centro comercial a comprar cosas con la tarjeta de crédito de la gobernanta? - decía mi lado aventurero - dios... Ese día fue buenísimo.
- ¿De qué demonios hablan? - interrogó mi parte centrada y madura - después de eso casi nos matan de hambre... Fue una pésima idea...
- ¡Al igual que esta! - se quejó mi conciencia - Ah, pero tú ahora no opinas... - se cruzó de brazos, indignada.
- No es que no opine... Simplemente, no considero que sea tan mala idea, es más, creo que es bastante...
-¿Justo? - intervino mi yo justiciero - por supuesto que es justo, estamos haciendo el bien, estamos luchando por lo correcto.
- Eso no quita que sea una pésima idea... - replicó nuevamente mi conciencia.
- ¡Nadie está hablando sobre si es una pésima idea o no! - se quejó mi rebeldía - ¿Y si lo es? ¿Qué? ¿Hay algún problema?
- ¡Pues claro que tenemos problemas! - dijo mi conciencia - ¡Es el día de la obra! Y si se enteran que faltamos...
- Agh, si siguen así, nunca terminaran de discutir...- dijo mi lado aventurero mientras mis otras emociones discutían -Hay que centrarse en qué será una nueva experiencia, será otra cosa que contarle a nuestros nietos cuando seamos ancianas... - las otras emociones no le prestaban atención.

- ¡Orden! ¡Orden por favor...! - decía mi lado justiciero completamente exasperada. - ¡YA GUARDEN SILENCIO!

- Yo no entiendo por qué nadie está hablando de lo hermoso y perfecto que luce Gilbert Blythe mientras conduce... - salió mi lado cursi entremedio de las demás emociones.

- ¿¡GILBERT BLYTHE!? - preguntaron todas mis emociones al unísono.
- miren ese perfecto rulo que cae por su frente... - dijo mi lado cursi a modo de suspiro.
- Y miren sus labios... - dijo mi lado justiciero acercándose a mi lado cursi - son tan equitativos, que me hacen suspirar... - soltó un pequeño suspiro.
- ¿Y ese aire de chico misterioso? - dijo mi lado aventurero - desearía que ese chico fuera la única aventura que viviéramos de aquí en adelante...- se sentó al lado de la justicia, mientras suspiraba.
- tan solo miren esos rizos rebeldes... - dijo mi rebeldía - parecen un mar tempestuoso... Repleto de olas... - suspiró y se acercó a las otras emociones - de seguro su mente es igual de rebelde que sus rizos...
-¿Han visto sus ojos? - preguntó mi lado cursi nuevamente - a la luz de la luna, parecen dos plutones, brillantes y perfectos...
- podría escribirle un poema... - dijo mi creatividad, saliendo entremedio de las tinieblas, atiborrada de hojas, lápices y escritos.
- "puedo escribir los versos más tristes esta noche, escribir por ejemplo, la noche está estrellada, y titilan azules los astros a lo lejos..." - salió mi yo declamadora, simplemente para comenzar a decir diferentes poemas relacionados con el amor y Gilbert Blythe.
- Podría llenarle la cara de besitos... - dijo mi yo cursi.
- Oh, yo creo que todas podríamos hacerlo... - dijo mi yo rebelde - tan solo mira esa sonrisa... ¡Hasta sonríe de forma rebelde!
- Sonríe así porque sabe que está haciendo algo rebelde. - replicó mi conciencia a modo de suspiro - es tan consciente...
- ¿Creen que besarlo ahora sería una mala idea? - preguntó mi lado cursi a mi lado justiciero.
- Pues yo creo que sería bastante justo, nos está ayudando a luchar por lo correcto - dijo muy segura.
- Pues yo creo, que deberías besarlo pronto, porque dentro de nada se van a subir tus amigos, y después de eso... Nada de besitos - dijo mi parte centrada y madura.
- Yo digo que sería una buena idea - dijo mi conciencia con simpleza, todas las demás emociones la miraron como "¿En serio?" - ¿Qué? Pero si es verdad, es mejor idea que el plan que hizo justicia, rebeldía y aventura... - se encogió de hombros y miró hacia un lado.
- yo creo que, mientras de un poco de material para el poema que estamos haciendo, perfecto - dijo mi yo creativo, quien ya se había puesto a trabajar en comparaciones y metáforas, entre el físico de Blythe y los astros.