LXXXVI

521 28 21
                                    

Anne:

Llevábamos media hora encerradas en mi cuarto, simplemente observando mi ropa e intentando armar un outfit lindo. Pero la realidad de la situación, es que era muchísimo más difícil y complicado de lo que cualquier persona imaginaría. Armar un outfit era casi como parir y criar a un hijo, y eso que yo no soy madre.

Diana tenía una falda con margaritas en sus manos, a la cual había denominado como "prenda base" o algo así. Yo la miraba verdaderamente confundida, ya que yo nunca armaba mis outfits de esa forma, simplemente usaba lo primero que se me venía a la mente...

Justo en ese instante, la puerta de mi cuarto, se abrió un poco, y una hermosa cabellera rizada se asomó por el pequeño espacio que había quedado. Gilbert me sonrió ampliamente y yo me acerqué a él.

- Preciosa, Jane me acaba de enviar un mensaje preguntando que dónde estábamos - lo miré preocupada - creo que ya nos están esperando... - dijo bajando un poco el tono, mientras sus ojos se desviaban hacia Di, quién tenía una mirada de pánico que me causó mucha risa.
- Está bien, enseguida bajamos - besé sus labios.

Gilbert me sonrió mientras me miraba delicadamente mi labios, para luego subir su mirada hasta la mía, guiñarme un ojito y cerrar lentamente la puerta; dejándome con las hormonas revolucionadas.

Me volteé y rápidamente me empecé a vestir con un outfit cómodo, principalmente. Di comenzó a guardar apresuradamente mi ropa que había sacado del clóset, para luego peinarme mis cobrizos cabellos, que posteriormente trencé con rapidez cuando íbamos en el automóvil.

Al bajar las escaleras, y adentrarme en la sala de estar, Gilbert se puso de pie de un solo salto, y me repasó con su mirada de arriba a abajo, para luego sonreírme ampliamente y ofrecerme su brazo como todo el caballero que es.

- te ves bellísima - fue lo que susurró en mi oído cuando nos encamianábamos  a la puerta.

Su tibio aliento en mi oído produjo un extraño cosquilleo en mi vientre, el cual me hizo sonrojar intensamente, cosa que Gil no pasó por alto; me sonrió ampliamente, de esa forma juguetona que lograba hacerme temblar, para luego besar mis labios, pero apenas un roce, dejándome con deseos de probar sus besos.

.  .  .

Llegamos a la fiesta en menos de media hora, ya que como era de noche, el camino se hizo muchísimo más corto, porque las calles estaban vacías.

Nos adentramos rápidamente en la casa, ya que en el interior ya tenían armada completamente una fiesta. Sonreí y corrí hacia mis amigos, quienes me abrazaron con efusividad y amor. Todos me dieron sus regalos, los cuales fueron maravillosos y me llenaron del más puro e infinito amor que alguien podría llegar a sentir en algún momento de su vida.

Todos estaban en la sala de estar, jugando a "Just dance", me senté al lado de Gilbert, quién estaba justo al lado contrario del sofá en "L", de dónde estaba sentado Roy.

Gilbert entrelazó nuestras manos y me besó mi mejilla que estaba algo sonrojada. Le sonreí arrugando un poco mi nariz y apoyé delicadamente mi cabeza en su hombro.

A los pocos minutos, llegó Di con una bandeja y pequeños shots de tequila, acompañados de sal y limones.

- Creo que si queremos divertirnos un poco, no estaría mal beber unos cuantos shots. - me sonrió juguetonamente y yo le sonreí con suavidad.
- te lo agradezco, queridísima alma gemela mía... Pero sabes que Marilla no me deja beber hasta que tenga 18... - hice un puchero y Di suspiró con pesadez.
- es verdad - dijo en un suspiro resignado - de todas formas, hay un poco de cordial de frambuesa ahí en la estantería... No creo que suceda nada si bebes de eso para brindar que sea - hizo un pequeño puchero que me mató de ternura. Y no tuve más remedio que aceptar...

Anne with an E | siglo XXIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora