Anne with an E | siglo XXI

XXXII

Gilbert:

Habían pasado ya dos largas semanas desde que había llegado a Alberta. Y sin duda alguna, habían sido dos semanas fenomenales.

Mis primos iban a la escuela, yo me quedaba en casa, tío Walter iba al gym y luego, iba a trabajar, regresaba súper tarde.
Por lo tanto, la casa quedaba totalmente vacía a nuestra disposición, toda la tarde.

Y era demasiado genial.

Los chicos volvían de la escuela a eso de las 3pm, habían días en los que nos daba por meternos a la gran piscina que tenía la casa de tío Walter, o también a veces jugábamos basketball, o jugábamos videojuegos en el cuarto de Paul.

Cada día junto con ellos, era una aventura.
- Hoy Maddie se me acercó en el recreo... Sin que yo siquiera la mirara...- decía Paul mientras jugaba contra Freddie en un juego de carreras.
- eso es un avance... ¿Qué te dijo? - le preguntó Freddie sin despegar sus ojos de la pantalla.
- Me preguntó cómo estaba, y luego me pidió indicaciones para llegar al gimnasio.
- supongo que la acompañaste... Cómo buen caballero que eres.- le dijo Freddie volteándose a mirarlo, un tanto enojado.
Paul se quedó en silencio.
- ¡OH VAMOS PAUL! TE GUSTA DESDE HACE 8 MESES... LA MIRASTE TODO UN TRIMESTRE EMBOBADO, Y TE HABLA, TE PIDE INDICACIONES ¿Y NO LA LLEVAS AL LUGAR QUE TE PIDIÓ?

Yo sólo podía reír, Freddie lo miraba atónito, no podía creer que su hermanito menor fuera tan lento para las indirectas de las chicas.
- tendrás suerte si te vuelve a hablar...- dijo exasperado.
- Vamos, no puede ser tan malo...- dijo Paul un tanto sonrojado.
- ¡Es terrible! - soltó Freddie, dramático - con suerte te volverá a mirar... Mataste la flor.
- ¡Nunca hubo una flor! - Paul pausó el juego.
- Pues iba a crecer después de que la acompañaras al gimnasio...- Freddie se golpeó la frente.
- Vamos, no puede ser tan malo...- les dije con una sonrisa en los labios - deberías ir mañana, y decirle "lamento mucho lo de ayer, debí acompañarte... Fuí poco caballero. Comencemos otra vez... Hola soy Paul Blythe, mucho gusto..." - dije haciendo la mímica de como sería el encuentro.
- princesa Gilberta, ¿desde cuándo coquetea tan bien? - soltó Freddie mientras me miraba un tanto sorprendido.
- ¿Coquetear? - lo miré confundido - ¿Eso es coquetear?

Paul y Freddie se miraron por un segundo, y se partieron de la risa al frente de mí.
- pues claro bobo... - dijo Freddie riendo aún- ¿Qué es para ti eso?

Me quedé en silencio unos segundos, no sabía cómo definirlo, pero estaba casi seguro que no era coquetear...
- ¿Ser amable? - les dije algo confuso.

Otra carcajada.
- AMABLE... - reía Freddie - Amabilidad le dicen ahora...
- Me gusta, Gilberta... - dijo Paul limpiándose las lágrimas - nos debes dar más consejos de cómo ser "amable".

Me sonrojé hasta la raíz del cabello, hace muchísimo tiempo que no me sonrojaba, desde que no veía a Anne a diario, era algo sumamente raro que sucediera.

Suspiré ante su recuerdo, mi expresión facial cambió radicalmente. Tensé la mandíbula y cerré los ojos con lentitud. Su recuerdo era como poner un carbón recién salido de las brasas en mi pecho.

Freddie y Paul me miraron interrogantes.
- ¿Estás bien princesa Gilberta? - preguntó Paul soltando el mando de la xbox360.

Suspiré con pesadez y negué con la cabeza. Mis primos no sabían nada de Anne, absolutamente nada... Y me sentía en la necesidad de contárselos.

- ¿Qué sucede Gil? - preguntó Freddie sentándose cerca mío. - ¿Dijimos algo malo?  - preguntó preocupado.
- No, es solo... - suspiré aguantándome las lágrimas - solo recordé a... A alguien - bajé mi cabeza y la apoyé en mis manos, mis codos reposaban sobre mis rodillas.
- parece que era alguien muy especial...- dijo Paul mientras me acariciaba la espalda - escúpelo...