XXXV

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Especial 5k 3/3

Anne:

Ese día en la tarde era la función estelar de nuestra adorada y odiada obra. Todos corrían de un lugar a otro, algunos con escenografía, algunos ensayando, otros limpiando el lugar.

Los chicos del centro de alumnos que iba a vender palomitas ya estaban fuera del teatro, esperando ansiosamente entrar para comenzar a preparar las cosas.

El problema era que, no habían sillas para todo el público al que le habíamos vendido entradas y el director no quería que sacáramos las sillas de las aulas, porque según él, se podían extraviar.

No sé cómo eso podría suceder, ¿Cómo una persona se iba a robar una silla e iba a pasar desapercibida? Era totalmente imposible.

Llamé a Marilla, y le pregunté si cuando me trajera mi ropa para la obra, me podría traer dos sillas de Green Gables.

Habíamos calculado todos los del taller de teatro, que si cada uno traía dos sillas de su casa, el teatro se iba a poder llenar en su totalidad y no iba a faltar ni un solo asiento.

Así que eso hicimos.

Poco a poco comenzaron a llegar las sillas, las acomodamos bien, y solo cuando todo estaba en orden, comenzamos a prepararnos.

Con Di nos fuimos al baño de chicas, ya que el camerino estaba repleto de chicas maquillándose y arreglándose el cabello para sus respectivos personajes. Como Diana y yo solo debíamos vestirnos formal, decidimos no estorbar allí y apenas termináramos de vestirnos, iríamos a ayudar a las demás al camarín.

Y eso hicimos. Diana se vistió rápido y salió disparada del baño, yo me demoré un poco más, por ende, me quedé sola en el baño.

Al salir de ahí, me quedé mirando el baño de chicos, mi estómago se apretó al recordar mi primera y única vez dentro de aquel baño...

Mi primer beso con Blythe... Eso había sucedido en ese lugar...

Sonreí ante su recuerdo, un pequeño dolor se instaló en mi pecho. Había pasado bastante desde su partida a Alberta, y seguía doliendo...

Me preguntaba por cuánto tiempo más iba a doler... Esperaba de todo corazón que no fuera para siempre, pero algo dentro de mí, me decía que, ese dolor en mi pecho cada vez que alguien o algo me lo recordaba, se iba a mantener ahí por mucho tiempo...

Suspiré con pesadez, e inconscientemente toqué con delicadeza mis labios. Cerré mis ojos, intentando recordar el sabor de sus besos...

Ahí estaba ese recuerdo, totalmente intacto, como si no pudiera borrarlo de mi mente... Suspiré aún manteniendo aquel recuerdo, me esforcé para recordar su varonil olor, para recordar cómo se sentían sus caricias en mi rostro, para recordar cómo se sentía cada vez que me acomodaba un mechón de cabello detrás de mi oreja...

Recordé su mirada,.y un escalofrío recorrió mi espalda de principio a fin...

Suspiré entrecortadamente y abrí los ojos, saliendo de mi ensoñación, y como si estuviera esperando a que terminara de soñar, Diana salió del camerino y me gritó desde el otro extremo del pasillo.
- ¡Anne! ¡Apresúrate!

Anne with an E | siglo XXIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora