XXIV

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Anne:

Pasaron los días, y todo iba genial en mi vida. Aparte de algunos comentarios pesados de parte de Josie hacia mí, luego de esa vez que jugué a la botellita en el salón y de que Gilbert golpeara a su casi novio hasta el cansancio, todo estaba en órden.

Pasaba mis días con Diana y Cole, algunas veces se nos unía Ruby o Jane, habíamos tenido muchas salidas con Gilbert, y eso me hacía sumamente feliz; además, Gilbert, había cumplido su promesa de no besarme en público, o al menos no al frente de nuestros amigos.

Mi cumpleaños número 14 se aproximaba cada vez más, ya quedaban solo semanas, y eso me hacía muy feliz. Estaba ansiosa y nerviosa.

Durante los fines de semana y durante las tardes cuando no tenía tarea, pasaba muchísimo tiempo con Jerry, había mucha confianza, y jugábamos 24/7.

Matthew esas últimas semanas había tenido un par de citas con una chica misteriosa, Marilla no quiso decirnos quien era, aunque insistimos hasta el cansancio.

- si tienen tanta prisa por saberlo, deberían interrogarlo a él mismo...- dijo sin despegar su mirada de su computadora.

Con Jerry volteámos los ojos y nos encaminamos al granero, dispuestos a averiguar para quien se había arreglado tanto Matthew la noche anterior.

- Matthew... Buenas tardes- dijo Jerry con una encantadora sonrisa, recostándose contra la puerta del granero.
- Buenas tardes niños...- dijo Matthew dejando de martillar- ¿Qué sucede? ¿La cena ya está lista?
- Oh, ¿Vas a cenar aquí? - dije actuando mientras le guiñaba un ojo a Jerry- pensé que ibas a salir, otra vez... Como estas últimas noches no has estado para la cena...

Matthew me miró con un pequeño indicio de sonrisa en sus labios, sabía hacia donde estaba dirigiendo aquella conversación.

- me pregunto, Matthew... ¿Quién será la afortunada dama que disfruta largas veladas a tu lado? - dijo Jerry sonriendo, yo pude percatarme de que Matthew estaba sonrojado.

Le sonreí a Jerry, y me posicioné a su costado izquierdo, con mis manos detrás de mi cuerpo.
- ¿Qué les dijo Marilla? - rió con suavidad y volvió a martillar.
- Nada, absolutamente nada. Es peor que una tumba... Las tumbas al menos las puedes abrir y ver qué hay adentro, pero... No lo podemos abrir la cabeza a Marilla... ¿O podemos? - dijo Jerry mirándome divertido y yo negué con la cabeza.
- sí que eres estúpido franchute...- reí mientras golpeaba con suavidad su brazo.
- ¿Y cómo llegaron a la conclusión de que es una dama? - rió Matthew.
- pues, te peinas diferente...- dijo Jerry.
- cambias de un atuendo como ese - dije mirando detenidamente sus jeans llenos de barro, su camiseta gris claro y su camisa leñadora negra con azul. - a un traje elegante y refinado...- dije recordando el atuendo de Matthew la noche anterior.
- se echa mil litros de perfume...- dijo Jerry riendo.

Lo miré y ambos supimos que teníamos la misma idea.
- y muy importante, te bañas. - dijimos al unísono.

Matthew se puso a reír y dejó de lado su martillo.
- ahora sí que se pasaron mocosos...- comenzó a perseguirnos por todo el jardín, Jerry iba adelantado a mí, Matthew casi me pisaba los talones.

- para tener casi 65, corres muy rápido- reí.

Matthew comenzó a hacerme cosquillas y me tiró al piso, sobre la verde y suave hierba que cubría toda la extensión de Green Gables. Luego se puso de pie de un solo salto y en tres trancos alcanzó a Jerry, lo cargó cuál saco de patatas y lo acostó a mi lado.

Jerry tenía la respiración agitada y yo seguía con los rastros de lágrimas por la cara.

- está bien, les diré. - dijo Matthew sentándose al frente nosotros. Ahora formábamos un lindo círculo. - se llama Jeannie Pippett... Es una, "ex" compañera de escuela... Ella, es la dueña de una... De una tienda de ropa y, hace unos cuantos días nos reencontramos en el centro de Avonlea.

Anne with an E | siglo XXIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora