Cuando eres perfecta para él (+18)

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@Dakota_del_norte

Fácil, fácil y superficial es decir que si ves a Eren Jaeger quieres que te de sin piedad, que te ahorque y te bese, que te mire y te ame, pero siendo honestos, ¿Te imaginas la sensación tan intimidante que sería tenerlo de frente? Eren Jaeger uno de los genocidas más guapos del anime y manga, hermoso como solo él, con un carácter único y perfecto...¿Y tú que eres?

Esa joven chica se sentía demasiado insegura, con su piel oscura, su pelo duro y fuerte, difícil de tratar, su estatura que no la ayudaba mucho, ella ¿Por qué elegirla a ella existiendo mujeres más hermosas y especiales?
Pero el mundo, Dios, el destino o como lo llamen así lo decidió, parecía sacado de un fanfic pero esa mujer terminó apareciendo en Paradis.

Apareció de repente en Paradis, sintiéndose perdida, no estaba feliz, tenía miedo, un miedo absoluto porque ella no sabía que iba a pasar, las murallas estaban destruidas, el genocidio masivo se completó con éxito ¿Qué haría alguien como ella en ese lugar?
Miró a todos lados intentando volver pero lo vio a él.
Tenía su mirada puesta en ella, se puso tímida, nerviosa y queriendo ocultar su rostro.
Eren Jaeger notó su inseguridad, pero no importaba mucho porque él ya sabía quién era ella y que hacía ahí, sus memorias le habían pronosticado por completo su destino.

Se hizo cargo de la chica, la llevó con él y la tomó bajo su tutela, ella estaba muy nerviosa y tímida, en realidad las miradas de los eldianos sobre ella la hacía sentir peor, sus rasgos y todo de ella era diferente a lo que ellos habían visto pero más que nada le producía un terrible nerviosismo el tener a el famosísimo Eren Jaeger con ella.

¿Por qué ella y no otra? Y es que hasta en las murallas habían mujeres lo suficientemente perfectas para él, ella se sentía fatal hasta por imaginarse a Mikasa sabiendo que Eren la había elegido a ella.

Mucho tiempo sin tan siquiera mirarlo a la cara, Eren no era tierno ni romántico, tampoco se esforzaba mucho en tenerla contenta, él no tenía mucho tiempo para ella.
Casi no lo veía, él salía y volvía en las noches mientras que ella se mantenía en una casa que Eren la había llevado por su propia seguridad.

Ese día (...) sintió unas terribles ganas de volver a su mundo natal, nada era como alguna vez lo imaginó, quería irse.
Eren Jaeger volvió más temprano de lo usual y ella se apresuró a prepararle comida. La sirvió en la mesa y se dispuso a marchase.

-¿Por qué no te sientas a comer conmigo?
-Es que...yo ya comí.
-Siéntate de todos modos, tengo algo que decirte.

Hizo lo antes pedido y sin hacer contacto visual esperó que Eren volviera hablar.

-¿Sabes por qué estás aquí, (...)?
-La verdad...aún no lo entiendo.
-Sé que sabes todo de mi y de este lugar...yo también sé todo de ti, en las memorias lo vi.

No quería ni siquiera atreverse a preguntar lo que vio, pero no fue necesario porque Eren se lo dijo.

-Vas a llevar a mis hijos en tu vientre.

Levantó su mirada con un sentimiento sorpresivo.
-Eso...eso...no puede ser.
-(...), mañana nos casaremos en una breve ceremonia, como verás aquí es normal casarse antes de hacer cosas matrimoniales, te convertirás en mi esposa mañana.

¿Y a ella quién le preguntó? Obviamente nadie pero era su destino ¿Quién se cree el destino para ponerla en semejante aprietos?
En el fondo vaya que se sentía feliz de que alguien como ella fuese seleccionada para tal cosa pero seguía sintiendo algo de miedo, Eren Jaeger no era el tipo de los fanfic, era frío y algo indiferente, parecía no importarle nada más que lograr sus objetivos y estaba segura que ella no era lo primordial para él, era más bien un requisito, un paso que debía seguir hasta llegar al final.

El día de la dichosa boda no asistió absolutamente nadie, fue algo secreto, sin embargo tan pronto como se casaron Eren se marchó, no hubo tiempo de consumar nada porque estaba demasiado ocupado ya que la gente de las murallas tenían planes de buscar nuevos territorios y como a él se le consideraba un "Dios" tenía muchas responsabilidades.

Una noche cuando Eren volvió no la encontró en la casa, la buscó por todos lados porque sabía que como no conocía el terreno y podía ser peligroso, la encontró sentada en el pasto demasiado pensativa.

-¿Qué haces aquí a estas horas?
-Es que...he estado mucho tiempo encerrada.
-Entra, va a llover.

Jamás habían tenido una conversación muy larga, Eren solo se apresuraba a decirle lo que necesitaba y ella a escucharlo, pero ese día fue diferente.

Mientras ambos estaban sentados en la mesa sin decir o hacer nada, Eren se apresuró hablar:
-¿Por qué no eres capaz de mirarme a los ojos?
-...

Eren se puso de pie y ella sintió que se ponía detrás de ella.
-Levántate, y deja de comportarte como una muda.
-Lo siento.

Cuando (...) se puso de pie, Eren se paró de frente, la miró de arriba hacia abajo y luego la cargó para sentarla en la mesa. Su acción la dejó un poco desconcertada pero su rostro se llenó de un ligero rojo cuando observó a Eren abrirle las piernas y quitarle su ropa interior.

No creía que ese tipo podía ser Eren Jaeger.
La miró con intensidad y luego empezó a lamer su entrada con un salvajismo muy inusual.

Ella se mordió con fuerza los labios para evitar gemir pero fue inútil porque Eren empezó a introducir sus dedos haciéndola perder la cordura.
¿Dónde diablos había aprendido hacer eso Eren? ¿Acaso no era Virgen? ¿O era que las memorias de su padre le habían dado ese conocimiento?

Sacudió su cabeza sacando cualquier tontería de su mente mientras se entregaba a los brazos del placer.

-¡Ahg!

Hasta sus gemidos le producían vergüenza, sin duda era una mujer sumamente insegura y para colmo Eren no despegaba la mirada de su rostro, mientras introducía y sacaba sus dedos con cierta violencia la miraba con intensidad y ella ni siquiera era capaz de mantener el contacto visual.

-¡Ahg! ¡Deja de mirarme así! ¡Ahh!
-¿Por qué?

No recibió ninguna respuesta, haciéndolo enojar un poco, introdujo 4 de sus dedos y los movió cada vez con más violencia esperando escuchar una respuesta, pero su respuesta fue la corrida que ella había tenido tras tanta sensaciones.

A Eren no le importó que se hubiese corrido, continuó masturbándola con una ira inexplicable esperando su respuesta sin apartar la vista y ella algo cansada solo intentaba alejar las manos de Eren de su entrada sin ningún logro porque él con su otra mano le sostuvo con fuerza las muñecas.

-Dime (...), ¿Por qué no me puedes mirar a los ojos?
-¡Ahhh! ¡Ya detente! ¡Ahg!
-¡Entonces dime!

Mientras exigía con furia aumentaba la velocidad, finalmente la joven gritó:
-¡Porque tú eres perfecto! Y yo...

Se corrió otra vez, ya se había rendido con detener a Eren, se tumbó por completo en aquella mesa y dejó que Eren continuara haciéndole lo que quisiera.
Eren se detuvo y con su mano húmeda del líquido de su intimidad se subió encima de ella, acercó aquella mano a su boca. (...) intentó lamerla pero Eren la apartó inmediato evitando que lo hiciera.

(...) volteó la mirada y Eren la agarró del mentón obligándola a mirarlo una vez más.
-¿Crees que soy perfecto y tú?...
-No sé porque el destino me eligió para esto.
-Te eligió porque tú eres perfecta para mi (...).

Escenarios Eren Jaeger x lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora