Escenarios Eren Jaeger x lectora

Cuando tienes que ser la mala

Eren era mío primero, yo lo amé y lo amo, estoy aquí para él, compartimos momentos juntos y somos felices, ¿por qué tú tienes que venir a interponerte entre nosotros?

¿Puedes odiar tú a una chica aparentemente buena y amable, que incluso te trata bien?
¿La odiarías si sintieras que esta hermosa chica amable se está tratando de quedar con tu chico? Yo la odio. Cada vez que veo a Historia interactuando con Eren la odio, porque él le sonríe y ella, ella es hermosa y perfecta, todos la adoran, pero yo no.

-Te ví hace rato hablando con Historia.
-Si, hablábamos de un proyecto que tenemos que hacer juntos.
-oh ¿el profesor los emparejó?
-No necesariamente, es la única que conozco de la clase y pues obvio que nos elegimos mutuamente.
-entiendo.

Yo estaba celosa, me sentía amenazada, Historia era una estrella, porrista de la universidad, tierna, la chica que todo el mundo ama, yo era quizás todo lo opuesto a ella, pero tenía algo que ella no, a Eren, al menos por ahora.

-Ella es muy guapa
-Si, todos los chicos dicen eso.

Puto Eren, si tu novia te dice que una chica es guapa como rayos vas afirmarlo, más si esa chica es más agraciada que tu novia.

-¿Tú también lo crees?
-¿ah? ¿A qué viene esa pregunta de repente?
-pues yo solo decía por curiosidad
-¿Estas celosa?
Estaba sonrojada y algo avergonzada ¿Que si estaba celosa?, ¡claro que lo estaba!
-¿celosa yo? ¡Claro que no!
Eren se puso a mi altura y me tomó del mentón
-Sabes que eres la única chica en mi vida, te amo y no tienes que envidiarle nada a ninguna chica, es a ti a quien quiero.

Mi corazón latía rápido, mis mejillas estaban sonrojada y estaba feliz, Eren me amaba, solo a mi.

Luego, en ese mismo día, unas horas después, mientras me encontraba cerca del baño, recordé una frase: Hay personas que mienten incluso cuando te miran a los ojos.
Eren me había mentido, se besaba con Historia en el baño. No me pude engañar ni a mi misma, hacían buena pareja.
Sabía que los amigos de Eren le cuestionaban él por qué salía con alguien como yo e incluso yo misma llegué a cuestionarlo, según él me amaba, pero más bien no era amor, era sexo, le gustaba como lo trataba en el sexo, nadie lo hacía sentir como yo, no quería perderme, pero se estaba besando con Historia ¿A ella era quien de verdad amaba?, ya se que estoy acostumbrada a escuchar Historias de que el hombre va y busca una chica por sexo pero al final se queda con quien ama, aquí pareciera todo lo contrario, el chico está con la chica que le da buen sexo, pero a escondidas se ve con quien ama, porque la chica que le da buen sexo no tolerará ser amante de nadie, pero ahora ella sufre porque se siente engañada, porque es como es en realidad, todo un engaño. ¿Qué debo hacer ahora?
Les tomé una foto y me fuí.

Ese mismo día mientras estaba en casa desde un celular viejo y antiguo le escribí a Eren anónimo, le envié la foto con el siguiente mensaje:
Sé perfectamente que engañas a tu novia, y puedo mostrarle esta foto A ella así como te la muestro a ti, si no quieres que se entere deposítame $ xxxx a la cuenta xxxxxxxx.

Lo estaba chantajeando, ¿es una estupidez? Seguro que si, si no me quería a lo mejor ignoraba el mensaje y acababa todo ahí, pero no, él me respondió, estaba algo desesperado y con miedo a que me enterara, lo que no sabía es que quien lo chantajeaba era la misma que no quería que se enterara.
Acordamos mensualmente por mensaje que este me depositaría cierta cantidad de dinero a cambio de mi silencio y si no cumplía yo me enteraría.

Estaba triste por la traición de Eren, pero no sabía que hacer, actué por impulso al chantajearlo, pero no podía echarme para atrás, al menos que le dijera que sabía todo y terminar allí mismo, pero todo me daba miedo.

Al día siguiente anunciaron la suspensión de la clase por la pandemia, pero aún no había estado de emergencia y podíamos salir, era viernes y Eren me había escrito, quería verme y yo no le respondí, estaba muy desencantada y no quería responderle, ni siquiera vi el mensaje, entonces llegaban uno tras otro, varios, cientos de mensajes, entonces me puse los audífonos y mandé todo al carajo.

4:45 pm, alguien toca la puerta de mi casa, es Eren.
Abrí la puerta y de inmediato sentí como se me abalanzó, me abrazo fuertemente como si tuviese miedo de perderme, se miraba preocupado, me tomó la cara entre sus manos y me miró impaciente.
-¿Por qué no me contestabas los mensajes?! ¡Estaba preocupado por ti, pensé que algo te había pasado!

Él aún no sabía que yo si sabía, y decidí actuar como si no supiese en realidad.
-Bueno es que.. tenía el celular lejos de mi alcance, perdón.
-Bueno, no importa, ¿ por qué no salimos a dar un paseo?
-Eren, estamos en pandemia.
-Lo sé, solo tenemos que ponernos mascarillas y tener cuidado, mira, traje una para ti.

Decidí aceptar y fuimos a dar un paseo en su auto, fuimos a la heladería
-Oye, ¿te encuentras bien?, estás últimamente muy callada, ¿pasa algo? O ¿alguien te dijo algo?
-No amor, no es nada, es solo que todo esto del virus y la pandemia me tienen preocupada.
-Ah, no te preocupes, todo se va a mejorar.
Eren besó mi mejilla mientras comida mi helado.

Luego de la heladería nos entramos nuevamente en su auto y condujo...se detuvo en un hotel. Como siempre, todas nuestras citas terminaban en sexo.
-¿Qué te parece si vemos una película?
¿Ver una película en un maldito hotel?¡Diablos Eren! ¡Di que quieres coger y ya!
-Si, vamos.

Yo también tenía ganas, así que ¿Por qué no?

Una vez dentro del hotel, en nuestra habitación.
-¡ah! ¡Ahhhh! Ahhhh! Si ahhh!
Mientras la polla enorme de Eren entraba y salía de mi yo gemía sin control, Eren gruñía y me penetraba fuerte, mi vagina era lo suficientemente profunda para acaparar el enorme miembro de Eren y aún así seguía siendo estrecha. Eren me tomó de la cintura mientras me sentaba encima de él, me obligaba a subir y bajar rápido y sin control.

Después de unas horas de placer ambos nos tumbamos llenos de sudor en la cama, Eren se quitaba el condon y lo echaba a la basura, yo le di la espalda.
Sentí como me abrazo por detrás y me beso los hombros y clavícula.
-Te amo, te amo demasiado ¿lo sabes?
¿Como podía mentir tan bien?
-Si, lo sé.

Cerré mis ojos aún dándole la espalda, mientras pensaba en lo próximo que tendría que hacer.